Merino tiene un sabor "agridulce" porque el Getafe "debe estar destrozado"

El entrenador del Real Betis, Juan Merino, que se ha despedido este domingo como entrenador del primer equipo con una victoria ante el Getafe (2-1), ha reconocido que está contento por lograr los objetivos pero también con un sabor "agridulce" porque el rival "debe estar destrozado"."La palabra que ha sobresalido es la de respeto a la afición del Getafe y al equipo. No se baja a Segunda en un solo partido, esto es un maratón. El Getafe tenía que ganar pero yo de mi equipo quiero el máximo", ha comentado en la sala de prensa del estadio Benito Villamarín tras el choque.
Merino ha relatado que el Betis tenía que ganar porque "ha supuesto el subir varias posiciones y eso es más dinero para el club, que se hace grande. Los jugadores también tienen las primas del club y había que ganar".
El preparador linense ha desvelado que no ha "celebrado los goles" del Betis porque se "ponía en la piel de Juan Esnáider -entrenador del Getafe-, que ha hecho un gran trabajo y se jugaba la vida, pero se ha hecho lo que había que hacer, competir".
Merino se ha referido también a algunos enfrentamientos de jugadores de uno y otro equipo a la conclusión del partido y ha particularizado en su futbolista Dani Ceballos.
"Dani tiene 19 años y hay veces que en el campo hay que saber respetar al contrario, pero Dani tiene un crecimiento importante y tiene que mejorar, ser mejor jugador y mejor persona", ha apuntado.
Merino también se ha mostrado "muy agradecido a este grupo -los jugadores-, que han finalizado muy unidos y muy competitivos", y ha añadido que son "un equipo humilde pero que ha sabido sacar sus armas".
"Soy una persona feliz, con los deberes hechos", ha destacado Merino, quien ha subrayado que "no es fácil ser interino y ponerte delante del vestuario y que tengan el convencimiento de que lo que dice el entrenador es lo que se tiene que hacer", ha afirmado.