Jon Ander Serantes volvió a la portería del Leganés 539 días después

Carlos Mateos GilLeganés (Madrid), 19 may .- Quinientos treinta y nueve días después Jon Ander Serantes, guardameta del Leganés, volvió a colocarse bajo los palos para defender el marco del conjunto blanquiazul en partido oficial.
Lo hizo ante el Betis, en Butarque y durante una tarde de gran carga emotiva toda vez que suponía la última en el club de dos emblemas del mismo como el entrenador Asier Garitano y el capitán Martín Mantovani.
Serantes también es otro de los que ha sabido ganarse el cariño de los aficionados desde su llegada y así se lo hicieron saber estos desde el momento en que por megafonía se dijo su nombre, noticia que fue recibida con una sonora ovación pese a que ya se conocía con anterioridad al anunciarla en rueda de prensa su técnico.
Quedaban pues atrás meses de intenso trabajo, de esfuerzo y sinsabores tras sufrir una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha durante la visita al Espanyol el veintiséis de noviembre del año 2016.
A ese problema físico se le sumó la recaída de otra lesión en el hombro izquierdo, lo que hizo que se alargaran los tiempos previstos de retorno y que costara ver la luz al final del túnel para un futbolista importante entre otras cosas para que el equipo lograra el primer ascenso a la máxima categoría del fútbol español de su historia.
Entre medias Serantes amplió su contrato y dejó un gesto que habló de su gran compromiso al renunciar a la ficha que le correspondía durante los primeros meses de la temporada a fin de que la entidad pudiera utilizar ese hueco para reforzarse con otro futbolista. Finalmente el portero recuperó esta tras el mercado de invierno y siguió un proceso que ha tenido su cumbre en el encuentro ante el Betis.
Pese a las grandes expectativas en torno a él, se vio al portero tranquilo. Festoneado su negro riguroso por el rojo del brazalete de capitán que lució, solventó sin demasiados problemas el poco trabajo que tuvo hasta el gol de Campbell. En esa acción poco pudo hacer y aunque aguantó en el mano a mano, acabó siendo superado por bajo,
Se quitó sin embargo el mal sabor de boca de esa jugada a los once minutos de la segunda parte. Fue entonces cuando exhibió reflejos para sacar de manera antológica un remate a bocajarro de Loren demostrando que no necesitaba mucho tiempo para dejar una de las mejores intervenciones que se han visto este curso en el feudo leganense.
Aún hubo más. Durante los instantes finales del enfrentamiento, cuando los verdiblancos más apretaban, le tocó de nuevo aparecer para despejar un potente impacto de Rafa Navarro y para desbaratar abajo otro intento de Joaquín.
Hubo incluso momentos de suspense cuando se dejó caer el césped y tuvo que ser atendido por las asistencias. El susto quedó en nada y Serantes pudo aguantar hasta el pitido final, levantando los brazos al cielo en señal de triunfo. El colectivo y el personal. Ha vuelto.