Carencias evidentes, poco que reprochar

Primera derrota de la temporada para el Málaga CF, que este domingo sucumbió en Montilivi ante un Girona (1-0) que por presupuesto y plantel debe ser uno de los claros candidatos al ascenso. La actitud y el compromiso de los jugadores y Víctor Sánchez del Amo es intachable, hay poco que reprochar. Llegaban a esta tercera jornada con cuatro puntos en el casillero y tratando de abstraerse de la situación de la entidad. Pero ante el Girona quedaron en evidencia las carencias que tiene el equipo blanquiazul a un día para que cierre el mercado de fichajes. Un equipo sin colmillo, sin delanteros (Okazaki sigue sin ser inscrito), con dudas atrás, con escasos profesionales registrados para afrontar una campaña tan exigente como se presupone y con muchas incógnitas por resolver.

Salía Víctor Sánchez del Amo con el mismo once que ante Las Palmas salvo la entrada de Hugo por Dani Pacheco en el costado izquierdo del ataque. Mantenía el técnico a Mikel Villanueva en el eje de la zaga pese a su error en La Rosaleda, pues Lombán aunque llegó lo hizo muy justo tras superar sus problemas de rodilla. Tras algo más de quince minutos de tanteo por ambas partes, el Girona tuvo la primera ocasión clara. Marc Gual se internó en el área y Cifu no lo cerró bien. Su centro lo remató Gumbau fuera cuando lo tenía todo para estrenar el marcador. Sufrió por esa banda el Málaga, llegando otra vez el equipo local por el costado de Cifu instantes después también sin fortuna en el remate.

Stuani, cómo no

Dio un paso adelante el Girona pese a que los de Víctor también trataban de ser protagonistas. Los acercamientos de los catalanes se fueron sucediendo, y a la media hora Stuani (que llegó justo para el partido) vacunó al Málaga aprovechando un buen pase filtrado de Borja García. No cerraron bien los blanquiazules por el centro y el Girona lo aprovechó para ponerse por delante. Revisó la jugada el VAR por posible fuera de juego, pero tras varios minutos de incertidumbre el colegiado dio validez al tanto y el electrónico reflejó ese 1-0 con el que se llegó al descanso. Escasa producción ofensiva de un Málaga muy plano en los primeros 45 minutos.

La segunda mitad arrancó en idénticos términos, con un Málaga desconectado del partido y un Girona cómodo. Los de Unzué tocaban con comodidad y aunque no generaran ocasiones claras la sensación es que tenían controlado el encuentro. En el minuto 58 llegó el primer disparo peligroso de los blanquiazules, obra de Renato Santos, pero sacó una buena mano abajo Juan Carlos y Hugo no llegó al rechace. El tiempo obligaba al Málaga a empujar, pero los recursos son más que limitados. Víctor dio entrada a Pacheco y Ramón para refrescar al equipo y generar más juego por dentro, y cambió la cara del equipo. Hugo y Juanpi tuvieron dos oportunidades en cuestión de segundos, pero la falta de acierto impidió que llegara el empate.

Tiró de coraje el equipo y asfixió a los de Unzué, encerrándolos en su campo. Actitud sobra. Los jugadores y el cuerpo técnico siguen dando lecciones de compromiso pese a la continua incertidumbre desde que arrancó la pretemporada. Este domingo se pudo comprobar que las carencias son evidentes y en todas las parcelas del campo. Y queda un día de mercado. Este lunes se deben despejar varias ecuaciones todavía sin solución. No se avecina una temporada cómoda en Martiricos.