El Málaga perdona y lo paga

Sigue sin ganar el Málaga CF, que no saborea un triunfo desde el estreno ante el Racing. Los de Víctor Sánchez del Amo no pasaron del empate (1-1) este martes ante el Rayo Vallecano en La Rosaleda, donde la afición todavía no ha celebrado ninguna victoria este curso. Perdonó el conjunto blanquiazul en la primera mitad, en la que dispuso de varias ocasiones claras al margen del tempranero gol de Cifu, y lo acabó pagando. La entrada de Bebé cambió el partido en todos los sentidos y los madrileños rescataron un punto que sabe a poco a un Málaga que sigue dando pasos muy cortos. 

Dos cambios introdujo Víctor en el once este martes, dando entrada a Lombán y a Juanpi y dejando en el banquillo a Luis Muñoz y a Boulahroud. Volvía a apostar por un sistema de cinco defensas con Cifu y Juankar como carrileros largos. La primera llegada fue blanquiazul. Un despeje de Lombán dejó a Adrián en buena posición para disparar, pero su zurdazo se marchó demasiado cruzado.

Empezó de cara el partido para un Málaga que triangulaba con sentido. Muy pronto llegó la recompensa del gol. Un tanto de muy bella factura, no tanto por la definición de un Cifu, que llegó como una moto al área pequeña rayista, sino por una jugada elaborada de muchos quilates con varios jugadores siendo partícipes. Adrián le dio el pase de la muerte al granadino tras recibir de Sadiku, que a su vez recogió un balón de Juanpi. Un tanto coral que elevaba la confianza de un equipo que precisamente necesita importantes dosis de vigor.

Mejor el Rayo, más ocasiones para el Málaga

Mejoró el Rayo Vallecano tras encajar ese primer gol, llegando con velocidad por los costados y creando problemas sobre todo por la banda de Juankar con el veloz Advíncula y Andrés Martín. También creó peligro el habilidoso Embarba, uno de los jugadores más diferenciales de la categoría de plata. La primera clara de los del sur de Madrid llegó en el 27'. Llegaron en superioridad varios atacantes rayistas y el malagueño Pozo se sacó un fuerte disparo, raso y cruzado, que desvió a córner con una gran mano Munir, salvando al Málaga del 1-1. Los de Víctor dieron un paso atrás demasiado evidente y el Rayo lo aprovechó para mandar en cuanto a juego, porque las ocasiones más importantes fueron locales.

El Málaga pudo asestar algún otro golpe por medio de Juanpi, que primero tiró una vaselina que se marchó alto por poco y luego tuvo una oportunidad desde el borde del área en una contra malaguista. No estuvo acertado en el remate el venezolano, al que sí se vio bien canalizando el juego. Se repusieron los de Víctor, que volvieron a perdonar poco antes del descanso. Esta vez fue Sadiku quien recibió un pase de Adrián en el área, pero su disparo al primer toque se fue desviado por muy poco. 1-0 y todo por decidir tras los primeros 45 minutos (+1).

La entrada de Bebé cambió el partido

Jémez dio entrada a Bebé tras el paso por los vestuarios, y el primer balón que tocó lo estrelló en el palo derecho de Munir tras un potente derechazo desde la frontal. Aviso del Rayo, que salió a por todas en busca del empate. No perdonó poco después Embarba, que remató un buen centro de Saúl desde la izquierda e hizo el empate. Sufrió el Málaga por ese lado tras la entrada de Bebé porque Cifu tenía que estar pendiente de dos rivales, pues Benkhemassa se mantenía más cerca de Keidi en el centro.

Víctor respondió sentando a Lombán, cambiando de sistema y dando entrada a Lorenzo González, que se estrenaba y partía desde la izquierda compartiendo ataque con Sadiku. Poco después el técnico suplió a Benkhemassa por Boulahroud, que se centró en dar más ayuda a Cifu por la derecha para tapar las internadas de Bebé. Se equilibraron las fuerzas, pero al Málaga le costaba llegar con peligro mucho más que en la primera parte. Ese último pase y esa definición de la que Víctor ha hablado varias veces... Perdonó el Málaga en el primer tiempo y lo acabó pagando. Pudo ser hasta peor, porque el Rayo terminó apretando. Reparto de puntos y otro paso quizás demasiado corto para un equipo que cómo pasan las jornadas y no gana desde la primera en El Sardinero.