La montaña rusa de Hicham
Hicham Boussefiane llegó a Málaga CF en 2016, merced a un acuerdo con la Academia Mohamed VI de la que también llegó poco antes el ahora pepinero En-Nesyri. Jugador eléctrico, también guadianesco, capaz de lo mejor y lo peor en una misma jugada. Disputó su primer partido oficial con el Málaga en la primera jornada del anterior curso, avalado por un Muñiz que le dio minutos en 12 de las primeras 15 fechas. Incluso vio puerta ante el Córdoba, pero de buenas a primeras desapareció. Sin él saberlo, comenzó una montaña rusa que le ha ido llevando del primer equipo al filial, y viceversa. Ahora, gracias a la lesión de Sadiku, vuelve a ser importante y suma dos titularidades consecutivas.
Es el nuevo Hicham, aunque sus características siguen siendo las mismas. Sus peculiares trenzas hablan a las claras de un jugador diferente, pero al que le cuesta ser constante. Una circunstancia que no ha sido trivial ni para Muñiz ni para Víctor, que le rescató el año pasado después de más de 20 jornadas sin verle con el primer equipo. Lo hizo en el momento más importante de la temporada. Jugó en Cádiz, Albacete y, sobre todo, en el partido de vuelta de la eliminatoria de play off ante el Deportivo. Víctor movió el árbol, pero Hicham no estuvo fino y se quedó en el banquillo en el arranque de la segunda mitad.
El marroquí estaba obligado a dar un paso adelante, y según el primer parecer de Víctor, no lo dio. De hecho, estuvo cerca de salir cedido en los convulsos últimos días del mercado. Caminero le tenía el Córdoba y Munúa también lo quiso para el Cartagena. El jugador se quedó finalmente, pero se mostraba muy reacio a jugar con el filial en Tercera, aunque accedió y ha alternado subidas y bajadas, como en una montaña rusa. Con el primer equipo fue convocado en la primera jornada de la 2019/20, también en la quinta, pero sin minutos hasta la duodécima. En Riazor, en una tarde de triunfo vital para el equipo, Hicham volvió a palpar césped con el Málaga. Algo nuevo le vio Víctor que repitió con él frente al Oviedo para después otorgarle dos puestos en el once ante Ponferradina y Fuenlabrada. Ante los madrileños se le vio especialmente incisivo, participativo, aunque terminó siendo sustituido.
Liberado en el parón internacional -ha sido convocado con asiduidad por la sub 23 de Marruecos-, se espera que se le vuelva a ver el pelo (o las trenzas) en la visita a Santo Domingo. Con Sadiku todavía en el dique seco y las bajas en ataque que tendrá Víctor por los diferentes compromisos de varios jugadores con sus selecciones, Hicham puede estar ante una nueva oportunidad de dar un puñetazo en la mesa. De lo contrario, en vista de sus idas y venidas, tendrá que subirse de nuevo al vagón que le mueva por la montaña rusa en la que se ha convertido su estancia en el Málaga.