Brizuela se corona en Badalona tras los peores días de su vida: "Mi hijo está en la UCI"
Darío Brizuela fue el jugador más destacado del Unicaja en la complicada victoria de los de Ibon Navarro sobre el Barça (87-89) para meterse en las semifinales de la Copa del Rey de baloncesto. El alero logró 27 puntos y, al finalizar el choque, se le pudo ver llorando y muy emocionado. Antes de acceder a la sala de prensa, donde analizó su partido y el de su equipo, Brizuela confesó el motivo de sus lágrimas.
"He tenido los peores días de mi vida la semana pasada. Mi hijo está en la UCI, está bien, ya se ha recuperado", indicaba el de San Sebastián ante los micrófonos de Movistar. Brizuela fue padre por primera vez el pasado mes de enero y ha tenido que afrontar una etapa durísima al tener a su recién nacido en cuidados intensivos. De hecho, recalcaba: "Dudé si venir o no y mis compañeros y mi familia me han apoyado, han estado conmigo ahí". Sus lágrimas, reconocía, ayudaron a sacar "todo lo malo que tenía dentro".
Brizuela con @Jose_Ajero: "He tenido los peores días de mi vida la semana pasada. Mi hijo está en la UCI, está bien, ya se ha recuperado. Dudé si venir o no y todos me han apoyado". #CopaACB #ListosParaRomperla pic.twitter.com/PhNg12ymSq
— Basket en Movistar Plus+ (@MovistarBasket) February 16, 2023
Ya en la rueda de prensa, Brizuela dijo que se sintió "muy cómo desde el principio, anotando y con buen ritmo". "Ha sido un partido durísimo, pero estamos muy contentos porque hemos seguido con el plan. Hemos tenido momentos malos, pero hemos seguido sólidos en defensa y en el rebote. Hemos llegado hasta el final con posibilidad de ganar y en la prórroga, muy bien", resumió el jugador.
Brizuela restó importancia a su actuación e incidió en el colectivo: "Es cosa de todos, no solo mi partido. Perry ha hecho un partidazo y el final de Thomas ha sido espectacular. No estoy contento por mi partido, sino porque hemos ganado".
En referencia al duelo de semifinales del sábado contra el Real Madrid, el jugador de Unicaja dijo imaginar "un partido igual de duro o más que el de hoy contra otro rival 'top' de Europa".