El agravio comparativo de un botellazo

El lanzamiento de objetos a un terreno de juego vuelve a estar en boca de todos. El impacto de una botella en la piña de jugadores del FC Barcelona durante la celebración del gol del triunfo ha supuesto una pertinente sanción al conjunto valencianista. Pero no atañe la clausura del feudo che, como sí ocurrió, sin ir más lejos, con el Estadio Benito Villamarín (por aquel entonces Ruiz de Lopera) cuando Juande Ramos y Armando Ribeiro, exportero del Athletic Club de Bilbao, fueron alcanzados por sendas botellas lanzadas desde la grada. Una comparativa donde el doble rasero perjudicó en su día al Real Betis Balompié.

El Valencia CF ha sido multado con 1.500 euros de sanción y apercibimiento de cierre de Mestalla tras los incidentes ocurridos el pasado sábado en el feudo valencianista cuando un aficionado lanzó una botella desde al grada que impactó contra la cabeza cuando los jugadores del Barça celebraban el tanto de la victoria frente a la Grada Joven. 
Recientemente el coliseo de La Palmera fue clausurado en varias ocasiones en los últimos años. Jugó en el Nuevo Colombino de Huelva ante el Barcelona por incidentes en la grada. Posteriormente se produjo un importante cierre del estadio a causa del botellazo que recibió Juande Ramos en la disputa copera de un derbi. Aquel choque se reanudó el 20 de marzo del año 2007 en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe. El Comité de Competición sancionó con tres partidos de clausura al Real Betis, que se marchó a jugar a La Cartuja, con un pobre balance de un empate (3-3 ante el Villarreal) y dos derrotas (0-2 contra el Getafe y 0-1 frente a la Real Sociedad) en los citados tres encuentros.
En la temporada 2007/2008 se produciría otro botellazo. El 15 de marzo del año 2008, Betis y Athletic Club de Bilbao se medían en la 28º jornada de Liga. Con 1-2 en el marcador a favor de los leones, el meta Armando recibió el impacto del mencionado objeto, obligando al futbolista a abandonar el terreno de juego en camilla. Clos Gómez suspendió inmediatamente el choque a falta de 20 minutos para la conclusión. Jamás llegó a disputarse la parte restante del mismo. El conjunto heliopolitano perdía el partido y un nuevo cierre del campo aparecía en escena.
La clausura fue de dos partidos pero se redujo a la mitad gracias a la colaboración de los aficionados para localizar al agresor: "Una circunstancia atenuante de colaboración en la localización del causante de la conducta prohibida", señaló en su día el Comité de Competición. Nuevamente el equipo se trasladaría al Estadio de La Cartuja para jugar ante el Valladolid en la 36º jornada de Liga. Un empate que acabó con empate a uno. Mark González adelantó a los béticos a los cinco minutos de la segunda parte desde el punto fatídico y Víctor lograría el gol del empate tan sólo 12 minutos después.