El filial da la alegría del fin de semana

El Sevilla Atlético ganó 3-2 al Lorca en el duelo entre los dos últimos de LaLiga 1/2/3, en el que el equipo hispalense, que sigue colista por el 'golaveraje', remontó y tomó un poco de oxígeno con su primer triunfo como local y el segundo de toda la campaña, ante un rival que se complica aún más su situación.

Los murcianos, que encadenaron su quinta derrota en el debut de Fabri González en el banquillo tras la destitución de Curro Torres, se adelantaron en dos ocasiones, pero al final cayeron tras darle la vuelta al marcador los sevillistas con sus dos últimos goles anotados de penalti.
Los primeros compases del partido fueron un recital del visitante Nando, inaprensible para los centrales del Sevilla que se cargaron con sendas tarjetas a los cincuenta segundos de juego -Cristian- y a los cinco minutos Álex Muñoz, quien cometió sobre él un penalti que terminó convirtiéndose en el 0-1.
El veterano Abel Gómez, formado en la cantera del Sevilla, ejecutó la pena máxima desviada en primera instancia por Juan Soriano con tan mala suerte que el rebote cayó a los pies del lanzador, que marcó a placer, a los 6 minutos.
Los murcianos quisieron aprovechar la inercia para matar el partido, lo que estuvieron a punto de conseguir mediante un disparo con mucha intención de Manuel Onwu, al que respondió Juan Soriano con una mano prodigiosa junto a la escuadra izquierda.
El filial sevillista se repuso a su mal inicio mediado el primer periodo, cuando Olavide estuvo a punto de empatar al rematar una jugada por la derecha de Carmona y, en el córner subsiguiente, logró la igualada Álex Muñoz, muy atento para cazar una prolongación de Carballo.
Abel Gómez volvió a adelantar a los jugadores del técnico debutante Fabri con un golazo (1-2), ya que recibió un balón de Nando al borde del área y superó al portero con una sutil vaselina, si bien la alegría le duró poco al Lorca, pues Matos restableció la igualada al filo del descanso al transformar un penalti cometido por José Carlos sobre Felipe Carballo.
La segunda mitad se jugó bajo el signo del miedo y sólo en los minutos finales, cuando los dos conjuntos eran conscientes de que el empate no servía a ninguno, se animaron a atacar y gozaron de una ocasión por bando, en sendos disparos de Pomares y Mena que se marcharon fuera por poco.
El choque quedó resuelto con un tercer penalti a tres minutos para el final, una pena máxima por falta de Pina sobre el juvenil Lara que Curro Sánchez, quien había fallado su último intento desde los once metros, ejecutó con un preciso zurdazo que entró junto al palo para hacer el 3-2 definitivo.

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