Lo que ha cambiado el Valencia-Betis un año después
El Valencia CF ha vivido mucho en el último año. Su camino ha estado marcado por constantes obstáculos, que ha superado de mejor o peor manera. Su realidad ha dado varios giros de 180 grados y ahora se encuentra en un punto bajo, a punto de activar las alarmas de crisis por las últimas goleadas. El próximo partido contra el Real Betis marcará el siguiente paso. Un encuentro que llega justo un año después de la última vez que ambos equipos se vieron las caras en Mestalla, en un contexto muy diferente al actual.
Un año y un día después de la anterior, el Valencia repite una nueva "final" en casa ante el Betis, al que se medirá el sábado con la imperiosa necesidad de superar su crisis de juego y resultados, tras haber logrado el 28 de febrero de 2019 y ante el equipo andaluz el pase a la final de la última Copa del Rey.
Aunque ambos partidos solo tienen en común los contendientes y la coincidencia de la fecha, pero los dos son fundamentales para unos y otros, tanto por la posibilidad que ofrecía aquel para acceder a la final de Copa del Rey, como por lo que supone este para aliviar la crisis del Valencia o para dar una victoria al Betis cinco jornadas después.
El último Valencia-Betis acabó en final
El 28 de febrero de 2019, Valencia y Betis, con Marcelino García Toral y Quique Setién como técnicos respectivos, saltaron al césped de Mestalla para disputar la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey en pos de un resultado que les diera el pase a la final copera.
El encuentro decisivo estaba fijado para el 25 de mayo en el Benito Villamarín, estadio del equipo andaluz. Ambos equipos llegaron al choque de vuelta en Mestalla tras un empate a dos en la ida. Los andaluces habían cobrado en los primeros minutos de la segunda parte una ventaja de 2-0, gol olímpico incluido, que el Valencia logró neutralizar.
Primero llegó un tanto de Denis Cheryshev y más tarde, en el último minuto del encuentro, Kevin Gameiro equilibró la contienda de cara a la vuelta en la que al Valencia le valía el triunfo o el empate a cero o a uno.
Fue un partido intenso, que se resolvió a favor del Valencia con un tanto de Rodrigo Moreno en el minuto 56, que se festejó a su conclusión dentro y fuera del estadio al suponer para el Valencia, once años después, el acceso a una final copera.
Aquella fue una noche de celebración para los locales y de desazón para los béticos, que veían frustradas sus aspiraciones de disputar la final en casa.
Una final muy diferente
Ahora el Valencia vuelve a jugar en Mestalla, donde la fortaleza mostrada hasta el momento debe ser su principal argumento para sacar el choque adelante tras una cadena de resultados humillantes a domicilio, los dos últimos hace menos de una semana ante el Atalanta en la Liga de Campeones (4-1) y la Real Sociedad en Liga (3-0).
El Valencia no pierde en Liga como local desde abril de 2019 y esta temporada ha salido a flote en las visitas del Barcelona, al que derrotó, y los empates ante otros equipos de la zona alta de la tabla como Real Madrid, Atlético de Madrid, Getafe, Real Sociedad o Sevilla.
Aunque en este encuentro de LaLiga Santander no existe el condicionante copero de seguir o quedar fuera, el marcador condicionará las expectativas de un equipo que, sin estar lejos de la zona alta de la clasificación, no ha ofrecido recientemente argumentos como para pensar que se puede acercar al objetivo de ser cuarto.
Tras esta "final" el Valencia afrontará una de serie de cinco partidos en casa (Levante, Osasuna, Athletic Club, Valladolid y Espanyol), que es donde mejor ha jugado, pero también de siete como visitante, que es donde peor imagen ha ofrecido, ante Alavés, Real Madrid, Eibar, Villarreal, Granada, Leganés y Sevilla.