Un Valencia bisoño no puede con Munuera y todo un semifinalista de Champions

El Valencia CF perdió ante el Villarreal CF en el partido correspondiente a la jornada 33 de LaLiga Santander. El Valencia, que acabó sin apenas algún titular de los que presumiblemente jugarán el sábado en la final, vio como un penalti absurdo y su propia bisoñez pusieron en bandeja un partido ante un equipo local muy superior que al cuarto de hora había sentenciado el choque. Danjuma, una pesadilla para una zaga joven e inexperta, logró dos tantos y pudo marcar otros dos más ante un equipo sin mordiente y que fue zarandeado por los castellonenses.

De inicio Bordalás apostó por un 1-5-4-1 con Soler y Thierry como únicos titulares previsibles para la final de Copa. El resto estaba marcado por jugadores de cantera y menos habituales. Por rotar cambió hasta el portero. Para lo que ha quedado Cillessen. Con un once tan joven y defensivo, el Valencia salió a contemporizar, pero con una línea de presión adelantada ante un Villarreal que también rotó, aunque menos que Bordalás.

Penalti tonto de nuevo cuño que condena al Valencia CF

Jugar con jóvenes tiene muchas pegas, pero también una virtud: el desparpajo, y gracias a él, los Vázquez, Yunus Musah y compañía se iban a por la zaga local para inquietarles. Querían a base de coraje y corazón cambiar un guión que los 'veteranos del Vietnam' Parejo, Trigueros y Capoue pronto empezaron a cambiar. La velocidad de Danjuma y Lo Celso volvían locos a Iranzo, Mosquera y Eray Cömert, más mayor pero igual de bisoño. En el minuto 8, el suizo ya había cometido un penalti que desequilibró el choque. Además fue amonestado, Y, cómo no, gol. Danjuma no perdonó el 1-0.

El equipo estaba demasiado atrás y encima se encontraba con un panorama desolador: un gol en contra tan rápido. El balón apenas duraba en las botas ches y así es imposible igualar nada.

En el 14 Danjuma tuvo el segundo, pero Cillessen se la sacó bien. Era el prolegómeno del 2-0. Por segunda vez el neerlandés le cogió la espalda a la defensa -muy adelantada- y batió de forma plácida al meta valencianista. Se preveía goleada histórica porque la defensa estaba adelantada pero la media no presionaba y así el Villarreal buscaba con comodidad a sus puntas.

En el otro área no pasaba nada. El equipo presionaba sin balón y con él abusaba de las acciones individuales. Vaya, un desastre. Racic, desde fuera del área y muy desviado trató de romper el monólogo. Bordalás decía que no con la cabeza, pero es que, en fuera de juego, casi hace el tercero en el 24.

El Valencia se entonó algo más a partir de la media hora de juego, Quiso estirarse y combinar y tuvo alguna aproximación, pero sin un 9 claro porque Marcos André caía a banda izquierda, eran acercamientos sin gran peligro. La mejor ocasión llegó en el 41 gracias a un buen pase de Soler que dejó solo a Yunus. El neoyorquino se hizo un lío sin nadie que lo estorbara y malogró la opción. Más clara, sin duda es la ocasión de Danjuma que en el 44 pudo hacer el hat-trick. De nuevo Cillessen evitó otro tanto.

Tras el descanso el Valencia mejoró algo. Se entonó. Se ajustó en defensa y adelantó su presión. Al menos parecía que paraba la sangría. Bordalás, además, pensando en la final, sentó a Carlos Soler, Jesús Vázquez y Yunus Musah para dar entrada a Gayà, Moriba y Yellu, que debutaba en Primera. Nada más salir apretó a Parejo, pasado y futuro del Valencia se daban la mano en un metro de terreno.

Munuera corta el amago de remontada

Cheryshev fue el siguiente en el carrusel de cambios. Silbado en su regreso a La Cerámica, sentó a Correia en el 63. Nada más salir anotó pero su tanto fue anulado por fuera de juego. Pero antes hubo un penalti de Parejo sobre Moriba que el colegiado no señaló. Nada nuevo bajo el sol. Bueno sí, las protestas le costaron la amarilla a Moriba que se perderá el derbi.

Eran los mejores minutos de un Valencia que, guiado por Gayà, tuvo una buena ocasión, Marcos André tiró desviado por poco un gran centro del capitán. Entretanto, el árbitro perdonó una posible expulsión a Trigueros, pero eso no iba con él.

Bordalás, entretanto, a la suya. Sacó a Koba Lein en el 77 por Racic. La media de edad del equipo era casi insultante. Parecía el Valencia B ante un semifinalista de Champions. La garra de Cheryshev y Yellu mantenían la tensión de un partido ya sin historia que Gayà pudo mejorar de falta en el 93, pero su tiro lo detuvo el meta local no sin apuros.

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