El juicio contra Salvo y Aurelio por la venta a Peter Lim siembra dudas morales pero pocas legales
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Amadeo Salvo: "No coaccioné a ningún patrono para que votara a Peter Lim, pero era la mejor opción"
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Amadeo Salvo y Aurelio Martínez, recibidos con insultos antes de sentarse ante el juez
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Aurelio Martínez: "Bankia fue la que vendió las acciones, transparencia hubo en todo momento"
Vista para la sentencia la demanda contra Amadeo Salvo, expresidente del Valencia CF y Aurelio Martínez, ex presidente de la Fundación, como responsables de la venta del Valencia CF sin garantías. Recibidos con abucheos e insultos a su llegada a los juzgados, la acusación le pide a cada uno 1900 euros divididos en dos partes iguales de 950 por daños morales y económicos basándose en que sus promesas forzaron a los patronos a vender a Peter Lim y no a otro candidato y que se hizo sin las garantías pertinentes. La vista deja pocas certidumbres más allá de las que se conocían. Fue el juicio por una causa civil más mediático de los que se ha vivido en la Ciudad de la Justicia, con más de 20 periodistas acreditados. El titular del juzgado de instrucción número 22 de Valencia, David Gericó, solventó la vista del juicio en una mañana y debe ahora emitir su sentencia.
La acusación, representada por Jaime Navarro en nombre de cinco accionistas (Pepe Barberá, Dioniso Canales, Francisco Falaguera, Pedro Morales y Pepe Turpin) ha tratado de demostrar que los dos demandados fueron los únicos que defendieron que Meriton iba a acabar el estadio, rebajar la deuda de 250 a 28 millones de euros en cinco años, llevar al equipo a Champions, vender Mestalla y prestar 200 millones sin intereses para acabar el campo. Además trató de saber por qué estas promesas no constaban en ningún contrato de la venta porque consideran que esto es lo que produce todavía hoy en día el daño moral y resaltó en sus conclusiones que “eran compromisos verbales”, como ha reconocido Aurelio Martínez y que no figuraron en el contrato final en inglés.
El juez no admitió como prueba el informe de Mariano Durán ni el contrato de compraventa por haber sido aportado no en el momento del proceso adecuado o por no ser correcto y el letrado de la acusación no logró ponerle las declaraciones públicas a Salvo y Aurelio porque no las tenía transcritas.
“Ser del Valencia CF y tener daños morales es reiterativo”: buscan notoriedad pública
Por el contrario, las defensas, representadas por Paco Blasco y Juan Carlos Monzó han sostenido en todo momento que Aurelio Martínez ni Amadeo Salvo vendieron las acciones y logró que se tumbaran algunas de las pruebas. Obviamente negaron las imputaciones, defendieron que ellos no vendieron las acciones, que fue la Fundación la que lo acordó y que, desde esa fecha, es Meriton la responsable de todo lo sucedido, no sus representados.
Para ellos es una “clara instrumentalización de la justicia” y se preguntan ¿de qué son responsables? “de la venta no, de la gestión posterior tampoco, de coacciones al resto de patronos tampoco”. Además consideran que no se ha probado nada más allá que la venta fue legal y avalada por Bankia. Por lo que respecta a los daños morales ha contestado con sorna: “Ser del Valencia y tener daño moral es reiterativo, es como ser del Atlético de Madrid y sufrir”. Pidió que le impusieran las costas al demandante por “mala fe” y la desestimación total de la demanda ya que la “venta fue una subasta pública y que esta fue tomada por Bankia”.
“Buscan una notoriedad pública, un minuto de gloria”, concluyó Juan Carlos Monzó
Amadeo Salvo y Aurelio Martínez admiten que muchos compromisos eran de Meriton y verbales.
Tras descartar la citación a Peter Lim, tocó el turno de Amadeo Salvo, que ratificó que él no vendía las acciones y que “no coaccionó a nadie para que votara en un sentido u en otro”. Aurelio Martínez, por su parte, se autonombró como responsable y portavoz de la Fundación pero dijo que se votó la venta del Valencia CF por mayoría y que fue “conditio sine qua non” que Bankia diera el visto bueno a la venta a Peter Lim y que “se puede decir que directamente fue la que vendió las acciones”.
Los dos negaron algunas afirmaciones archiconocidas como que el estadio iba a estar acabado para el Centenario o que el equipo iba a jugar en Champions. “Eran compromisos de Meriton, no nuestros”, se excusó Aurelio Martínez.
En varias ocasiones aseguraron ambos que muchos de los compromisos fueron defendidos verbalmente por un representante de Meriton ante el patronato.
Los testigos de la venta del Valencia CF en el juicio: de presión social a ser llamados perros y elegir la mejor oferta sin coacciones
Tras escuchar a los demandados y que estos, explicaran que ellos no vendieron las acciones, que no presionaran a nadie para vender a las acciones y que fue Bankia quien dio el visto bueno para la venta, pasó el turno de los testigos. Mateo Castellà, representante de la Generalitat, dijo que la oferta que él votó entendía que era vinculante y que se siente engañado porque no se veló porque se cumplieran los compromisos. “Sólo defendía los intereses de la Generalitat, que quería desligarse del aval que tenía”, dijo antes de asegurar que “había mucha presión y se nos obligó a votar a mano alzada para saber quién estaba en contra. Se me dejó fuera de reuniones para dirigir el voto” e insinuó que se sintió coaccionado.
Mariano Durán, ex decano del colegio de abogados, se remitió a su obligación profesional para no destripar el informe que le pidieron para conocer si la venta era jurídicamente correcta. A título personal reconoce que no recibió presiones para elaborar el informe.
Cristóbal Grau, que representaba al Ayuntamiento como patrono, explicó que votó en contra al final en la última de las votaciones porque en el contrato “no estaban reflejados expresamente algunos compromisos que tenía el club con el Ayuntamiento”. Al tiempo negó sentirse presionado o coaccionado para votar en un sentido u otro.
Miguel Bailach en el juicio: “Tengo pantallazos de gente y medios de comunicación llamándonos perros por votar en contra”.
El representante de la diputación, Miguel Bailach, explicó que la mejor oferta era la de Meriton y que “tenía unos compromisos que se tenían que cumplir” y que “luego no estaban todos reflejados en el contrato final en inglés y por eso voté en contra. Se había cambiado”. Además reconoció que tenía presión social pero no por parte de Amadeo Salvo y Aurelio Martínez “Tengo pantallazos de gente y medios de comunicación llamándonos perros por votar en contra”.
El ex patrono Luis Martí, reconoció haber sido informado puntualmente de las propuestas, mientras que José Luis Zaragosí, ex patrono y ex consejero que ratificó que se votó por mayoría y “sin coacción alguna. Todos tuvimos la oportunidad de revisar la documentación”.
Isidro José López, expatrono de libre designación de la Fundación, que se eligió “la mejor oferta para el Valencia y la Fundación” que además añadió que “votó libremente” y sin coacciones de Amadeo o Aurelio que no estuvieron en la comisión gestora. “Price Waterhouse nos recomendó la de Meriton como la mejor. La de Meriton salvaba el problema de la quiebra técnica”. “En el contrato había obligaciones y de precio y de plazos”.