Guidetti: "El Celta era un club perfecto para mí, rápidamente llegué a amarlo"
La historia de amor entre Guidetti y la afición del Celta de Vigo se puede calificar como la de un flechazo a primera vista. El delantero sueco así lo confesó en una larga entrevista en Aftonbladet. Guidetti califica su estancia en Vigo como "los mejores años" de su carrera, especialmente la "temporada 2015/16" en la que marcó 12 goles, siete de ellos en liga, que ayudaron al equipo a meterse en Europa
"Podía firmar por clubes más grandes tras ganar el oro con la selección sub 21 pero me di cuenta que el Celta sería el club perfecto para mí", explicó Guidetti. El sueco se encontró un equipo en el que "había muchos sudamericanos" lo que generaba "tanta emoción en el equipo" que "rápidamente llegué a amarlo".
Guidetti confiesa que a pesar de ser sueco "soy muy apasionado y en ese Celta todos vivieron y murieron por lo que haríamos juntos en el campo". El delantero recuerda perfectamente hasta sus primeros amistosos con la camiseta celeste: "El primer partido de pretemporada fue contra el Río Ave y anoté un gol en el primer balón que toqué. En el segundo contacto, hice una asistencia y ganamos".
"Jugamos contra el Genoa el último partido y también marqué. Me di cuenta que el Celta no solo era bueno, sino que éramos muy buenos", confesó Guidetti. Ya en "el primer partido de liga fue contra el Levante y comencé de suplente". El delantero no se olvida de ese encuentro por un motivo: "Hacía tanto, tanta humedad que cuando entré, apenas respiraba, solo jugué 25 minutos y estaba exhausto cuando acabó".
A pesar de las buenas sensaciones que había tenido en la pretemporada "el comienzo en la liga fue más difícil de lo que me había imaginado. No comencé de titular porque el ataque era muy bueno", dijo sobre la delantera que formaban Nolito, Orellla Aspas y el propio delantero sueco.
"Cuando estábamos negociando, sabía que el Celta acababa de traer de vuelta a Aspas, que era como el hijo pródigo", comentó el escandinavo. De su paso por el Celta, las dos semifinales de Copa y el partido en Old Trafford son sus momentos más especiales, pero también guarda otro recuerdo que tiene que ver con sus amigos personales.
"Mis amigos solían presionarme sobre que éramos un equipo que necesitaba marcar, al menos, tres goles para ganar porque siempre dejábamos, al menos, anotar uno en cada partido", algo que reconoce porque "fuimos extremadamente ofensivos y tomamos muchos riesgos".
