El Celta no pudo cerrar la temporada brindando un triunfo a su afición

El Celta de Vigo no ha podido ganar su último partido de Liga. Lo tuvo en su mano, se puso 2-0, pero un penalti absurdo e innecesario de Nolito metió al Real Betisen el duelo en el que el celtismo volvía a Balaídos. Un 2-3 disputado, intenso, muy peleado que no empaña una gran campaña de los de Coudet. El Celta acaba la temporada octavo, sabiendo que el próximo curso se podrá pelear por objetivos ambiciosos de la mano del Chacho. La afición pudo disfrutar de los suyos después de muchos meses por ello la derrota es una mera anécdota que pronto se olvidará.

El equipo se jugaba hacer historia, sumar seis victorias consecutivas en liga, y brindar al celtismo un triunfo en su regreso a Balaídos. Más de 450 días después los celestes iban a tener el apoyo de casi 3.000 aficionados. También querían dar un último regalo a su compañero Sergio Álvarez, que este jueves anunció su retirada. Delante estaba un Betis con una plaza continental asegurada pero con la necesidad de ganar para jugar la Europa League y no la nueva competición de menor nivel, la Conference League.

Esa mayor necesidad  provocó que los verdiblancos saliesen más metidos al partido, un dominio estéril que no tardaron de contrarrestar los celestes espoleados por los gritos del Chacho desde la banda. Con rapidísimas transiciones, especialmente desde el costado derecho, el Celta metía el miedo al cuadro bético. Santi Mina, Aarón Martín y Aspas eran los jugadores más peligrosos por parte viguesa, el Betis se refugiaba en el talento de Fekir en un encuentro de ida y vuelta.

Claudio Bravo evitaba el gol de Aspas, un cara a cara fruto de un gran desmarque del canterano celeste, en el que el veterano meta chileno adivinaba la intención de Iago. Buscó la réplica Borja Iglesias a centro de Fekir. Un toma y daca del que se aprovechaban los de Coudet a la media hora. Bartra derribaba a Santi Mina en el área y el colegiado señalaba penalti. Aspas ponñia el 1-0 con un ajustado disparo pegado al palo en el 31'.

Acusaba el golpe el cuadro de Pellegrini ante un Celta que buscaba el segundo. Solo Fekir daba algo de luz al juego visitante. La única nota negativa era que la intensidad celeste les hacía llegar al descanso cargados de tarjetas amarillas. Iván Villar apenas tuvo que intervenir en los primeros 45 minutos.

Acierto y error

La segunda mitad no pudo empezar mejor ya que Brais Méndez ponía el 2-0 tras aprovecharse de un grave error de Álex Moreno. El interior se hizo con el esférico y lo puso lejos del alcance de Claudio Bravo con una bonita rosca al segundo palo. Pudo Aspas sentenciar el duelo en el 50' pero fue Nolito, con un penalti absurdo, el que metió al Betis en el partido. Borja Iglesias reventó el balón para poner el 2-1.

Un equipo roto y vencido, que daba casi por perdida la opción de pelear por la Europa League, revivió con ese tanto del Panda. Pudo lograr el empate poco después, en el 55', por medio de Guido Rodríguez. El argentino estaba listo para marcar tras un cabezazo de Bartra pero Carlos Domínguez se anticipó al verdiblanco para salvar al cuadro vigués. Reaccionaba Coudet dando entrada a Solari por un desdibujado Nolito ya que el Celta había perdido el control del encuentro.

El Celta se diluye

Se complicaba más el duelo para el Celta con un lanzamiento de falta de Fekir que se colaba por el palo corto de Iván Villar. Coudet protestaba la decisión arbitral de Gil Manzano y acababa expulsado. Los vigueses se descosían sobre Balaídos y encajaban el tercero. Un saque de esquina muy mal defendido por el Celta terminaba con un remate a bocajarro de Víctor Ruiz tras prolongación de Bartra.

El partido era un caos, con el 2-3 el Betis se quedaba con uno menos por la expulsión de Tello. El extremo veía dos amarillas en menos de tres minutos. Al Celta le quedaban poco más de 20 minutos para no terminar la temporada con una derrota. Entraba Baeza por Beltrán para buscar el empate. El Betis se atrincheraba en su área. Bravo salvaba el gol de Carlos Domínguez en el 87' en un buen cabezazo tras saque de esquina. Los de Coudet se volcaban en los últimos minutos con el entrenador en la grada.

Pedía un penalti de Loren sobre Aspas, un agarrón que no señaló Gil Manzano. El colegiado sacaba más y más amarillas en un partido que entraba en el descuento. No hubo tiempo para más, no llegó la sexta victoria, pero esta derrota no empaña un curso notable para un Celta que peleó hasta el final por Europa. Algo que el celtismo agradeció desde las gradas.