Oficial: el Comité de Competición castiga a Mallo y se 'olvida' de Aspas
El Comité de Competición ha hecho públicas las sanciones correspondientes a la jornada 1 de LaLiga Santander. El Celta de Vigo respira tras conocer la resolución dictada en relación a la tangana producida en los últimos minutos del encuentro ante el Atlético de Madrid. Tal como esperaba el club el castigo ha sido mínimo. Hugo Mallo se perderá un único de Liga por la doble cartulina amarilla que le mostró Munuera Montero. Tampoco aparece Iago Aspas, el moañés metió el dedo en el ojo de Mario Hermoso como se demostró en las imágenes emitidas por televisión, pero al no constar en acta ni en los anexos redactados a posteriori por el colegiado extremeño la posibilidad de abrirle un expediente sancionador al delantero del Celta eran mínimas, prácticamente inexistentes.
En el acta arbitral Munuera Montero señaló que el lateral diestro celeste fue expulsado en el minuto 90 por doble amarilla. La primera de ellas por derribar de forma temeraria a Luis Suárez, momento en el que se forma la tangana entre ambos equipos, y la segunda por discutir con Mario Hermoso.
En las repeticiones de la trifulca entre ambos equipos se observa como Iago Aspas metía los dedos en el ojo de Mario Hermoso justo cuando el rojiblanco estaba forcejeando con Hugo Mallo. El colegiado extremeño pasó por alto este incidente, que tampoco fue reflejado en los anexos al acta redactados el lunes 16 de agosto y en los que sí sancionó a Giménez, por lo que el Comité de Competición no entró a valorar la acción de Aspas sobre el central del Atlético de Madrid.
Quien sí se perderá dos partidos es Edu Fernández. El utillero del primer equipo del Celta reclamó al cuarto árbitro que sancionase a un jugador del Atlético de Madrid que tuvo un feo gesto con un recogepelotas del Celta perteneciente a su equipo Celta Integra. El cuarto arbitró hizo caso omiso de la vehemente protesta de Edu Fernández y llamó a Munuera Montero. El extremeño expulsó al responsable de material del Celta con una roja directa que ahora se transforma en dos partidos de sanción.
Viendo la imagen de portada que no es la primera ni la última, uno se pregunta cuál sería el comportamiento del jugador de no ser agarrado por compañeros y rivales. Chicos de vida apacible que como el pez fuera del agua, se ven inmersos en una escena que no les es propia y donde desenvolverse no está a su alcance por falta de hábito. Esos benditos agarrones que les "impiden" subir de pantalla, obligándoles a vomitar toda su furia en un triste nivel 0. No es que no quieran, es que no les dejan! Escenas de otra época donde hacerse el gallito reforzaba el viril ego, en un desesperado intento de recuperar parte del terreno perdido en favor de la razón. Escenas que los propios jugadores sentencian con aquello de que "lo que pasa en el campo, se queda en el campo".. dejando su gallardía al margen y fuera de toda duda. Si bien todo ello forma parte del circo futbolero en una exaltación de masas que en nada tiene que envidiar al gol, resultan hilarantes a poco que se profundice