Víctor Fernández recupera a su talismán
El debut de Víctor Fernández en esta tercera etapa al frente del Real Zaragoza acabó bien, pero pudo haber sido de una manera muy distinta. Al final, un quiebro y el zurdazo a la escuadra de Papunashvili servía para darle la vuelta a un partido que se había puesto muy cuesta arriba para doblegar a un combativo Extremadura.
Como si de una premonición se tratara, el técnico zaragozano había tenido palabras de elogio en la rueda de prensa previa al partido hacia el atacante georgiano, que entraba en su primera convocatoria después de semanas parado tras una lesión en el tobillo. Víctor avisaba de que el futbolista no estaba para mucho más de 20 minutos, pero que, por sus características, tenía mucho que aportar al equipo.
Dicho y hecho. Papunshvili fue el segundo cambio del técnico en el encuentro, otorgándole 24 minutos de juego. En apenas diez, el georgiano ya había devuelto la confianza al míster con un gol que contagiaba la locura al estadio de La Romareda.
Desde entonces, Papu apenas había vuelto a trabajar a las órdenes de Víctor Fernández. Tras una semana de descanso por las fiestas navideñas, el futbolista guardó reposo ante la presencia de ciertas molestias musculares que le impedían trabajar con normalidad. Así hasta este miércoles, en el que el georgiano ha vuelto a ponerse a disposición del técnico.
Ante la ausencia de Álvaro Vázquez, Papunashvili es una de las opciones que puede manejar el entrenador aragonés para reforzar el ataque. Sea como fuere, Víctor sabe bien de la importancia del jugador dentro del equipo, en el que aporta características diferentes. Así se lo ha hecho saber, en una breve charla sobre el césped, en la que ha recibido al jugador con la máxima atención, compartiendo sensaciones de cara al próximo partido, un compromiso de tremenda dificultad en el estadio de El Molinón.
