El mercado más difícil para Juan Carlos Cordero
El Real Zaragoza vivió unas últimas horas de mercado invernal muy movidas. No fue hasta bien entrada la noche que se llevaron a cabo de forma definitiva las operaciones previstas. Así llegó la rescisión de Radosav Petrovic y la llegada, como cedido de Bebé.
Una ventana invernal que se ha convertido, posiblemente, en uno de los más difíciles en la trayectoria de Juan Carlos Cordero como director deportivo. Condicionado por diversas situaciones que, en buena medida, se escapaban del control del ejecutivo cartagenero.
El primero de ellos fue la propia llegada de Cordero el Real Zaragoza. Según las declaraciones del entrenador y directivos del CD Tenerife, el director deportivo se encontraba preparando el mercado invernal en el equipo canario cuando aterrizó en la capital del Ebro. Además, a su llegada ya se habían sucedido los primeros movimientos, la llegada de Tomás Alarcón y la salida de Daniel Lasure.
Precisamente las salidas, la herencia recibida, ha sido el gran quebradero de cabeza en esta ventana del mercado. A la falta de mercado de los futbolistas por su escasa participación, caso de Igbekeme, Petrovic, Vigaray o Quinteros, se le sumaba la parte contractual, pues en su mayoría, o contaban con altos salarios o con más de un año de contrato, lo que dificulta sobremanera las rescisiones.
Así, con el tiempo pasando deprisa, se fueron cayendo las primeras opciones, ante la imposibilidad de liberar fichas. El resultado, una marcha y una llegada, Bebé por Petrovic para cerrar una plantilla que seguirá completa pero desequilibrada y de la que el entrenador, Fran Escribá, deberá sacar el mejor nivel para evitar pasar apuros y, si se puede, pensar en cotas mayores, aunque sin grandes esperanzas.