Los Cachorros pasan de "La Maldición de la Cabra" y alaban la gran temporada
La eliminación de los Cachorros de Chicago de la fase final al perder en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional ante los Mets de Nueva York hizo que se volviese a la ya conocida y popular referencia de "La Maldición de la Cabra" que los directivos actuales califican de algo "ridículo" y sin sentido.El presidente de operaciones de los Cachorros, Theo Epstein, el máximo responsable en la reconstrucción del equipo, al día siguiente de haber quedado eliminado hablo claro y alto de como había sido la temporada del 2015 y su calificativo fue de "mágica".
"Estamos tan entusiasmados y felices con lo conseguido durante la pasada temporada que lo único que deseamos es que la próxima empiece lo antes posible", declaró Epstein en su presentación ante los periodistas locales.
Los Cachorros dejaron atrás cinco temporadas con más derrotas que victorias y emergieron como uno de los mejores equipos de las mayores, liderados por un grupo de jóvenes y veteranos jugadores entre los que se encuentran Kyle Schwarber, Kris Bryant, el cubano Jorge Soler y Addison Russell, que no pudo jugar ante los Mets por lesión.
Cierto que quedaron eliminados antes de llegar a la ansiada Serie Mundial, pero nadie al comienzo de temporada ni tan siquiera cuando comenzaron los playoffs en la Serie de División ante los Cardenales de San Luis pensó que podrían ganar y lo hicieron.
Bajo la dirección del nuevo manejador, el veterano Joe Maddon, que hizo una gran labor a la hora de hacer posible la vuelta del equipo a la fase final, los Cachorros mostraron que son un equipo con gran futuro.
La barrida por 4-0 en la lucha por el banderín del Viejo Circuito no le quitó nada de mérito al equipo de todo lo bueno que hizo durante la temporada regular y como crecieron como equipo de cara al futuro.
Los Cachorros se sienten confiados de que están preparados para pelear por el título la próxima temporada.
"Tenemos la certeza del talento que hay dentro de la plantilla y como se va desarrollando de forma muy positiva", destacó Epstein. "No debemos olvidar la cantidad de novatos que trabajaron este año con nosotros".
Epstein hacia referencia a que los Cachorros a menudo pusieron a cuatro novatos en la alineación titulares, que ganó 97 juegos y que en los playoffs eliminó a los otros equipos que tuvieron mejores récords: San Luis y Pittsburgh, sus rivales de la división Central.
Su eliminación nada tuvo que ver con su buena labor de equipo y mucho menos de maldiciones, simplemente se chocaron con el gran axioma del deporte del béisbol como lo es el que ante un gran pitcheo nada tiene que hacer el bateo.
Pero lo que los Mets no pudieron quitarles a los Cachorros fue la gran ambición que hay dentro de la plantilla y que les quedó intacta de cara a la próxima temporada.
"Que ganas tenemos de que ya sea el día inaugural", comentó Epstein, presidente de operaciones de béisbol del club y el ejecutivo al que se atribuye el despertar de los Cachorros. "El mérito ha sido de todos".
Por su parte, Maddon destacó que a los jugadores lo único que les pudo decir fue que estaba orgulloso de todo lo conseguido.
"Cuando en las Grandes Ligas tu pasas en una sola temporada de una marca perdedora de 73-89 a otra ganadora de 97-65 y disputas la Serie de Campeonato del Viejo Circuito, no tienes más motivo que sentirte muy satisfecho con lo logrado porque realmente es algo de un mérito enorme", subrayó Maddon.
Epstein, al igual que Maddon, quieran reforzar el pitcheo. No es lo único anotado en la lista de deberes. El abridor de origen puertorriqueño Jake Arrieta, candidato al Cy Young, puede recurrir el arbitraje y se avizora que recibirá un importante aumento.
El propio Epstein, que la próxima temporada finaliza su contrato de cinco años, es previsible que Epstein negocie una extensión en los meses de receso con el dueño de los Cachorros, Tom Ricketts, aunque el directivo no quiera hablar del asunto.
"Eso ni siquiera está cerca de mi lista de prioridades este invierno", comentó Epstein.
Si tiene en la lista de prioridades ver la manera de conseguir al lanzador agente libre, el zurdo David Price, que ahora está con los Azulejos de Toronto.
Se considera que Price, ganador del Premio Cy Young (2012), de la Liga Americana, podría firmar como agente libre con los Cachorros. El Cy Young del 2012 encajaría perfecto al frente de la rotación junto a Arrieta y Jon Lester.
Además fue discípulo de Maddon con los Rays de Tampa Bay, aunque el problema será lo que quiera ganar y su precio podría ser demasiado oneroso después que los Cachorros comprometieron 155 millones de dólares por Lester el pasado invierno.
Se especula que podría darse un traspaso en el que entrase el campocorto dominicano Starlin Castro y prospectos de ligas menores.
Los Cachorros también quieren mejor el puesto de jardinero central si como se espera pierden al actual jugador Dexter Fowler que también es su primer bate y acaba contrato.
En su primera campaña en Chicago, quedó cuarto en la Nacional con un récord personal de 102 carreras anotadas. Si Fowler se va, es posible que Bryant y el boricua Javier Báez tengan que pasarse a los jardines.
Luego de comenzar el año en Doble A, el novato Schwarber causó sensación al conectar 16 jonrones y remolcar 43 carreras en 69 juegos.
Durante la fase final, también estableció una marca de equipo con cinco cuadrangulares, pero su defensa en el bosque izquierdo dejó mucho que desear en la serie ante los Mets.
Deberán establecer si lo van a utilizar como receptor o como jardinero, los dos puestos en los que actualmente se desarrolla de cara al futuro.
Los Cachorros se sienten contentos de como marcha toda la renovación del Wrigley Field después que ya se estrenaron nuevas gradas descubiertas en los jardines izquierdo y derecho, además de dos enormes pantallas de vídeo.
Los trabajos de renovación del campo que tiene ya 101 años de existencia seguirían durante todo el receso invernal y esperan tener ya listo un renovado camerino la próxima temporada.
Además que se trabaja en la posibilidad que los bullpens sean colocados debajo de las gradas descubiertas, nuevos asientos y un hotel cruzando la calle, avances que Epstein considera también de ensueño dado que todo se hace sin que se pierda ningún partido de competición.