El bronce de Jessica Vall ilumina un año lastrado por la lesión de Mireia en 2015
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Jessica Vall, bronce en los 200 braza
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Un bronce, dos récords España y una clasificación olímpica, balance en Kazán
La medalla de bronce de Jessica Vall en los Mundiales de Kazán iluminó el año 2015 para una natación española que vio mermadas sus posibilidades de éxito con la lesión de su gran estrella, Mireia Belmonte, a la que una dolencia en los hombros le impidió participar en la cita mundialista.
Un Mundial en el que el equipo español de natación sincronizada, pese a las dos medallas de Ona Carbonell, plata en solo técnico y bronce en solo libre, dio un paso atrás en el escalafón internacional, tras verse superado en Kazán por Rusia, China Japón y Ucrania.
Inquietante situación a poco menos de un año para los Juegos Olímpicos de Río, que obligó a Gemma Mengual, doble medallista de plata en Pekín, a abandonar su cargo de asesora técnica del conjunto español y regresar a las piscinas para conformar, junto con Ona Carbonell, un dúo capaz de volver a competir por las medallas el próximo verano en la capital brasileña.
Tampoco pudo brillar en los Mundiales de Kazán el equipo español femenino de waterpolo, oro en los Mundiales de Barcelona 2013 y en los Europeos de 2014, que se vio relegado en la localidad rusa a la séptima posición, tras caer por 8-5 ante Estados Unidos, el equipo que le arrebató el oro olímpico en Londres, en los cuartos de final.
Sinsabores que se encargó de hacer olvidar a la delegación española la medalla de bronce lograda por Jessica Vall en una emocionante final de los 200 braza, en la que la barcelonesa compartió el tercer escalón del podio con la danesa Rikke Moller Pedersen y la china Jinglin Shi.
Fue la única medalla en las pruebas de natación de un equipo español que no pudo superar la ausencia de su gran estrella, Mireia Belmonte, a la que una lesión en los hombros le impidió acudir a Kazán, pese a que hasta el último momento peleó por acudir a la cita mundialista.
Una dolencia que no parece haber mermado las opciones de medalla de Mireia Belmonte en los Juegos Olímpicos de Río, tal y como se comprobó en su regreso a las piscinas en los Campeonatos de España de piscina corta disputados a finales de noviembre en Gijón y en los que Belmonte se colgó el oro en las seis pruebas individuales que disputó.
Nacionales de Invierno en los que también brilló el jovencísimo Hugo González, de tan sólo 16 años, tras irrumpir apenas unos meses antes en el panorama internacional, con las dos medallas, un oro -200 espalda- y un bronce -400 estilos- en los Mundiales júnior disputados en Singapur.
Una cita en la que también sobresalieron otras dos de las grandes esperanzas de la natación española, el extremeño César Castro que a sus 16 años logró una plata -800 libre- y un bronce -1.500- en Singapur, y la catalana África Zamorano, de 17 años, que subió al tercer escalón del podio en los 400 estilos.
Tan sólo un año más que la estadounidense Katie Ledecky, que a sus 18 años, que se coronó, tras las cinco medallas conquistadas en los Mundiales de Kazán, como la "reina" indiscutible de la natación en un 2015, en el que el trono en la categoría masculina recayó, pese a no participar en la cita mundialista, en su compatriota Michael Phelps.