[Review] Agents of Shield 2x15: "Una puerta se cierra"
*La imagen del encabezado es Pájaro Burlón, Bobbi Morse, dibujada por Delicious Design League.
Este episodio se puede resumir en dos palabras y un personaje: Bobbi Morse. Si hay algo que agradecerle a los Whedon, es la presencia de personajes femeninos fuertes, decididos y complejos. Pese a que en Agents of Shield ellos solo sean productores ejecutivos, a menudo son los momentos en los que la firma de Joss se hace presente. Bobbi y Skye beben mucho de lo que en su día fue Buffy Cazavampiros o Dollhouse. Y eso se agradece infinitamente.
Después de esta pequeña oda a los Whedon, comencemos la review del 2x15 de Agents of Shield.
Una puerta se cierra es el final del principio, es decir, la culminación de las tramas que llevan tejiéndose desde su vuelta. Por un lado, tenemos que los secretos de la agencia de inteligencia son revelados, explicándose quiénes son Mack y Bobbi y qué papel han jugado todo este tiempo en semejante entuerto. Por otro, los focos se centran sobre Skye y sus poderes sobrenaturales.
Pero vayamos por partes. ¿Con quién empezamos? Pues con la protagonista absoluta de este episodio, Bobbi. Tal y como se hiciese con Ward, el personaje interpretado por Adrianne Palicki comenzó siendo muy plano, nada más allá que su papel como doble espía para S.H.I.E.L.D. Con el paso del tiempo, la mejor agente de Coulson ha ido desenvolviéndose en diferentes situaciones, siempre con un halo de misterio y seguridad ganando más y más complejidad.
Pájaro Burlón, como se le conoce en los cómics, ha tenido siempre asumido el papel de las sombras, haciendo el trabajo sucio a pie de campo. Al empezar su historia con Mack y el secreto que guardaba con éste, descubríamos, de pronto, que quizá tuviera mucho más que contar de lo que se pensaba. Y tanto que sí.
El episodio comienza con Bobbi salvando, literalmente, el barco. Su resolución e ingenio logran dejar con vida a los tripulantes del barco de S.H.I.E.L.D., entre ellos Mack, al tiempo que estabiliza la situación. Su ayudante es nada menos que Isabelle, la mercenaria y ex agente interpretada por Lucy Lawless. Un combo breaker capaces de liderar una misión que salvaría a gran parte de la agencia y que supondría, tiempo después, el nacimiento de una nueva S.H.I.E.L.D.
De todo el flashback que nos retrotrae a la caída del Triskelion –sucesos ocurridos a finales de la primera temporada y relacionados con Capitán América: Soldado de invierno-, lo más interesante es conocer la parte vulnerable de Bobbi y su lealtad a sus ideas. Ver cómo, en un acto completamente heroico, es capaz de sacrificarse por S.H.I.E.L.D puede ser un indicio de qué lado elegirá cuando comience la verdadera guerra interna.
Dicha guerra interna es la consecuencia de la trama anteriormente citada. La manera de proceder de Gonzales y los suyos, contrasta con la forma de actuar de Coulson, quien en palabras del director de la nueva S.H.I.E.L.D, es un nuevo Furia. El enfrentamiento es más que previsible, sobre todo después de que S.H.I.E.L.D invadiera a S.H.I.E.L.D. Si en la temporada pasada, los demonios de la organización estaban infiltrados en ella, es ésta es ella misma su contrincante.
Todo este juego de espionaje y lealtades, provoca que los agentes de Coulson actúen en tiempo récord, algo a lo que ya están acostumbrado. Jemma, convertida en una agente de pleno derecho, tiene uno de los mejores momentos del episodio cuando juega a ser la chica de la que nada se entera.
Al otro lado de la línea, en El Retiro, está Skye. Ajena a lo ocurrido con sus compañeros, la chica, dubitativa aun sobre sus habilidades, sigue preguntándose qué está pasando con ella. Los guantes que Jemma le ha confeccionado, funcionan pero la reprimen demasiado; técnicamente no le son inútiles. Llena de dudas y de confusión, la joven intenta poner en orden sus pensamientos cuando aparece Gordon.
Gordon, el hombre sin ojos, se presenta como uno de los “suyos”, presumiblemente, un inhumano. Es sabido,gracias a episodios anteriores, que Gordon lidera a dicho grupo de super humanos y que tiene en su cobijo a Rayna. Él le da un discurso sobre la aceptación y el autocontrol, marchándose después de la negativa de Skye de irse con ellos.
El hombre, no obstante, aparecerá al final del episodio para llevársela consigo, en una secuencia de las que yo llamo catárticas. No las llamo así por ser trágicas, ni porque nos lleve a un momento emocional extremo sino porque todo rompe ahí. Rompe Skye de la manera más literal posible y rompe Bobbi, a quien vemos prácticamente con lágrimas en los ojos por tener que enfrentarse a sus amigos, anteponiendo, como le acusó Hunter días atrás, su obligación a su lealtad.