Cinco fichajes de enero que parecían una inocentada pero fueron muy reales
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Llega el 28 de diciembre y, como suele ser tradicional, las inocentadas inundan las calles. Hasta los telediarios y la prensa deportiva aprovecha el día para colar algún fichaje, algún acto imposible para hacer picar a la afición. En ElDesmarque, por contra, repasamos cinco fichajes del Real Madrid y el FC Barcelona que parecían una inocentada... pero no. Fueron reales, muy reales.
Los peores fichajes de enero del Real Madrid
Julien Faubert: probablemente, uno de los peores fichajes de la historia del Real Madrid. El club blanco cerró su cesión a finales de enero, pero el jugador nunca demostró su valía. Sus números lo dicen todo: jugó 30 minutos ante el Racing en febrero, otros 24 minutos en San Mamés... y nada más.
Antonio Cassano: su caso es particular. El Real Madrid pagó 5,5 millones de euros a la Roma por su traspaso y parecía que iba a ser el delantero total en el Bernabéu. La realidad fue otra: llegó pasado de peso y dedicó más tiempo a las fiestas y a las mujeres que al fútbol. En año y medio marcó cuatro goles.
Cassano: "En Madrid, comía como un perro y no dormía de noche" https://t.co/edqDN7y4cC pic.twitter.com/UfcLWc6IjY
— ElDesmarque (@eldesmarque) January 15, 2018
El Barcelona tampoco se libra
Amunike: aterrizó en Barcelona en enero de 1997. Con la selección de Nigeria parecía bueno, pero en el Camp Nou nunca lo demostró: estuvo dos años y medio y apenas anotó un gol en 26 partidos.
Bogarde: un año más tarde, en 1998, llegó el central al equipo de Van Gaal. En su currículum estaba el Ajax y el AC Milan, pero durante los tres años que estuvo en el Camp Nou cuajó actuaciones verdadermente desastrosas. El técnico incluso lo llegó a cambiar en el minuto 20 de un partido de Champions en Suecia.
Maxi López: costó nada menos que 6 millones de euros en enero de 2005. Apuntaba a ser una gran estrela, pero apenas anotó dos goles en media temporada y acabó decido en el Mallorca.