El Sevilla resucita al límite: el agónico final con un hombre menos

Después de cinco angustiosas jornadas, el Sevilla pudo lograr la victoria en liga. Lo hizo contra el RCD Espanyol en el RCDE Stadium. Un partido cuyo significado era más que tres puntos para los sevillistas. Prácticamente, el cargo de Lopetegui al mando de las operaciones de la plantilla estaba en juego. No obstante, el Sevilla supo salir adelante sufriendo hasta la última jugada del encuentro.
Julen Lopetegui ya había inculcado a sus hombres que este partido era de vital importancia. Ya no quedaban muchas más oportunidades si querían alcanzar, a final de temporada, los puestos europeos. Ni un minuto tardó Lamela en hacer esa urgencia realidad con un gol con el exterior frente al portero que estrenó el marcador de forma temprana. Aunque la revelación del partido iba a tener otro nombre: el de José Ángel Carmona.

El canterano del Sevilla supo ser más listo y estar en el sitio correcto para marcar el 0-2 tras un rechazo. Algo que volvió a hacer justo antes del descanso después de un fallo grande de Cabrera, que le permitía a su equipo ir ganando al descanso por 0-3. Aunque justo antes del final de la primera mitad el colegiado señaló mano y penalti a favor del Espanyol. Joselu no perdonó y el Espanyol quería comenzar su remontada.
Martin Braithwaite, el gran fichaje del conjunto perico, marcó el segundo gol y Lopetegui comenzaba a ponerse nervioso. Más aún cuando en los minutos finales Lamela fue expulsado por segunda tarjeta amarilla y el Sevilla encaraba un final de partido con diez hombres ante un Espanyol que iba al ataque. Estuvo cerca de llegar el empate en más de una ocasión. Pero para la alegría del Sevilla no fue así.
De esa manera, el Sevilla logra sus primeros tres puntos y propone un camino de resultados positivos que debe mantener a partir de esta jornada.