El problema económico de los futbolistas si restan su carga de partidos durante el año: “Si no, no llegan a sus 9 millones”
-
“Aquí nadie quiere ganar menos dinero”
-
"¿Queréis jugar menos? Pues tenéis que ganar menos”
El último parón de selecciones ha reabierto el debate sobre las lesiones de los futbolistas. Gavi, Vinicius, Camavinga o Ter Stegen han sido algunos de los futbolistas que han caído lesionados en su llamada al deber con sus países. El debate se centra, sobre todo, en la gran cantidad de partidos que juegan las estrellas hoy en día. Reducir los partidos o concentrar los parones de selecciones han sido algunas de las soluciones que más se han comentado estos días, pero también han surgido otras voces más críticas que han puesto el foco en los clubes o en los propios futbolistas.
Hace unos días, Irene Junquera comentó en ElDesmarque de Madrugada que “los jugadores se dedican a jugar al fútbol. Las lesiones suceden y si todos se están quejando que se pongan de acuerdo por el calendario. A todos les interesa sacar pasta. Hacer partidos aquí, la pretemporada en no sé dónde. Vamos a dejar de ser cínicos, si están jugando al fútbol se pueden lesionar y lo lamentamos, pero están jugando al fútbol”.
¿Negocio antes que deporte?
Pues sobre esta misma línea ha seguido el debate en el programa de Cuatro y algunos colaboradores como Rubén Uría han querido centrarse, ya no solo en los clubes, sino en los futbolistas y sus amplios salarios. Puedes ver el debate completo en el vídeo superior.
“Aquí nadie quiere ganar menos dinero”, comenta el periodista. “Los futbolistas saben que todas las giras que hacen por Asia y por Corea las tienen que hacer porque así llegan a sus siete u ocho millones de euros. ¿Queréis jugar menos? Pues tenéis que ganar menos”, sentencia Uría.
Aunque no todos están de acuerdo con esto. Algunos como José Antonio Luque consideran que “la única solución es que se planten los jugadores”. Esta gran cantidad de partidos puede influir en tener menos preparación y entrenamientos para evitar lesiones e incluso “el cuerpo humano, aunque sea de un deportista o tenga un plan de preparación magnífico, tiene un límite”.