Paco Liaño, la astucia de Arsenio Iglesias y el personaje clave para que el Dépor fichara brasileños: "Hay gallegos en todo el mundo"
-
Paco Liaño desvela el contacto que el Dépor tenía para fichar a jugadores en Brasil
Muchos factores podrían explicar el éxito del 'Super Dépor' y su posterior evolución, el 'Euro Dépor' que soñó con alcanzar la final de la Champions en 2004. Pero el buen tino a la hora de fichar jugadores brasileños como Bebeto o Mauro Silva fue determinante para convertirse en un equipo dominante a mediados de los noventa.
No es de extrañar que muchas personas se preguntaran cómo había podido conseguir el Dépor a dos jugadores de semejante calibre en una época en la que no había tanto conocimiento del mercado sudamericano más allá de los equipos grandes. ¿La respuesta? Pues mucho más simple de lo que parece: gracias a un gallego.
Así lo ha explicado Paco Liaño en una entrevista concedida a JotDown Sport. "Hay gallegos en todo el mundo. Y en Brasil también. Hablaban de que Lendoiro tenía mucha amistad con un representante de Caixa Galicia que vivía en Brasil, un tal Lito Míguez. E hicieron la gestión a través de él", asegura el guardameta cántabro.
En una entrevista concedida a ElDesmarque en agosto, Lendoiro confirmó la importancia de este colaborador a la hora de conseguir los fichajes. "Hasta la hora de su vuelo, Lito se volcó. Fue quien cerró una comida con los máximos representantes del Vasco de Gama, Calzada y el de Fútbol, Eurico Miranda", aseveró.
La relación de Arsenio Iglesias con los jugadores
El guardameta también ha tenido palabras de agradecimiento y cariño hacia Arsenio Iglesias, sobre el que se ha explayado a la hora de explicar el carácter afable y casi paterno que tenía con los jugadores.
"Si tenías tos te decía 'toma miel niño, que es muy buena'. Luego iba mesa por mesa con la botella de vino y te preguntaba si querías un poco. Te quitaba el pan, no te dejaba comer mucho... Si tardaban mucho en servirte iba a la cocina y empezaba a sacar los platos. Se desvivía por sus niños", afirma.
Y añade: "Era mucho más listo de lo que aparentaba. Le gustaba ir de pailán, pero era un tío leído y formado. Más sabio por viejo que por zorro. Era una forma antigua de preocuparse por los jugadores".
