El uno por uno del Betis: tres sobresalientes, muchos notables y tres suspensos

El Real Betis ha logrado ante el Celta de Vigo un triunfo vital para sus aspiraciones (2-1). La victoria devuelve el oxígeno a su equipo, que vuelve a encaramarse a la lucha por Europa. Sigue dependiendo de sí mismo para quedar como mínimo séptimo -con el partido de Valencia en el horizonte-. Juan Miranda y Nabil Fekir, los goleadores.

En ElDesmarque analizamos, una por una, las actuaciones de los jugadores del equipo bético:

Rui Silva (6): Aunque genere cierta exasperación por su dificultad para salir de la línea de gol, volvió a ofrecer garantías cuando le retaron. Una gran parada a Larssen en la primera mitad, su principal mérito. En la jugada del gol ya realizó una gran salvada... pero no pudo evitar la segunda. Aun así, buen partido el suyo.

Héctor Bellerín (8): Al César, lo que le corresponde. Hoy se ganó la ovación del respetable. Con esa garra y brega que tanto se le reclama. Cumpliendo más que de sobra atrás. Brilló especialmente en las coberturas ofensivas, fajándose con criterio cada vez que se sumaba al ataque. Suya fue la asistencia a Miranda. A este nivel sí opta a ser titular.

Pezzella (5): Cometió alguna desconexión saliendo de zona impropia en él. Cuajó un buen partido, pero le faltó contundencia en el gol. Díficil de entender tanta endeblez en un futbolista de su jerarquía.

Chadi Riad (4): Sigue sin mostrar la confianza que tenía antes de la Copa África. El ejemplo más claro está en que no ganó un solo balón aéreo. Por el suelo sí que estuvo más acertado.

El gol más esperado por el Betis

Miranda (9): Tenía que ser él quien devolviese la vida al Betis. Está siendo uno de los años más difíciles de su carrera. No lo está pasando bien. Pero si a alguien le duele esto, es a él. Y lo demuestra cada vez que se pone la elástica. Hoy estuvo soberbio en defensa. Con una rabia innata. Ganó el 100% de los duelos aéreos. Y si ya encima marca... Sobresaliente.

Guido Rodríguez (7): Más allá de rumores o recelos por lo que ocurra con su futuro, hay algo irrefutable. Será muy difícil ver un futbolista que ni siquiera se acerque a la importancia que el argentino ha tenido en el Real Betis estos años. Empezó algo errático, con desconexiones impropias en él, pero se repuso de una forma extraordinaria. Es brillante. Sublime. Soberbio.

Johnny Cardoso (8): Si bueno fue el partido de Guido, mejor aún estuvo el norteamericano. De lo poco potable en la primera mitad. Con criterio en la presión tras pérdida, adelantando la línea de empuje y robando una cantidad importante de balones.

Fornals (5): Le pone más empuje que nadie y esa quizás sea la mejor virtud ofrecida desde su llegada. Lo intenta, no se cansa de correr, cuelga muchos balones al área -aunque a veces sin criterio-, pero le falta acierto en zona de tres cuartos. Debe autoexigirse más.

Ayoze (3): La versión más gris que se le recuerda en Heliópolis. Apático, indolente, ralentizando cualquier atisbo de contragolpe y sin chispa en el uno contra uno. Pellegrini lo sentó en el banquillo. Quizás esa advertencia la merece desde hace semanas, pero para el entrenador era intocable... Hasta hoy.

Isco (9): Es el único que corre o presiona. El único que intenta algo distinto. El único halo de ambición sobre el césped. Ese mínimo atisbo de competitividad. Y claro, tanto tensarle hace que explote. Eso hizo en los últimos 15 minutos de la primera mitad. Parecía tirar la toalla, no querer competir junto a un equipo que no le acompaña. Por suerte, el gol del Betis -y la entrada de Nabil Fekir- le espoleó. Tras el paso por vestuarios volvió a demostrar que sin él este equipo sería de lo más vulgar. Vale la pena pagar una entrada para verle danzar con el balón. Cositas de genio mundial.

Willian José (4): Jugó de espaldas a la portería todo el rato y eso nunca es buena señal. Quiso entrar en juego y asociarse con sus compañeros, pero apenas le llegaron balones. Si ni siquiera tienes ocasiones significa que algo falla atrás. No es el culpable de la indolencia del equipo, pero el técnico lo quitó en el descanso buscando cambios con la velocidad de Bakambu.

Suplentes

Bakambu (7): Le dio dinamismo al equipo, atacando los espacios y tirando líneas constantemente. Variantes y argumentos más que positivos los que le ofreció al equipo.

Nabil Fekir (9): Ese es el camino. Es un hecho que la advertencia (la suplencia) le ha espoleado. Ofreció la mordiente de antaño, la chispa de siempre, las ganas que parecían inéditas este curso... y lo más importante: el acierto. Lo celebró con rabia. El Villamarín ovacionó su nombre. ¡Qué noticia su regreso goleador! El Betis le necesita.

Aitor Ruibal (5): Ying y yang. Da siempre el cien por cien y le aportó savia nueva al equipo, conteniendo las llegadas de Carles Pérez. Se incorporó con acierto al ataque, generando superioridades en defensa, pero atrás sufrió más de lo previsto. Se comió la marca en el 1-2 y eso tensionó el partido hasta el final.

Abner (s.c.):

Rodri (s.c): tocó un par de balones con mucho criterio, pero cuando entró el equipo ya tenía el mono de trabajo puesto. Se fajó peleando con los rivales.

Pellegrini (7): Cuando más dudaba dio un golpe en la mesa. El equipo sigue sin brillar, pero no será porque él no lo intente. Hizo los cambios que tanto le reclamaban... No funcionó, pero cambió el partido tras el descanso. Sus modificaciones, y la charla en vestuarios, le dio otra cara al equipo. Un triunfo para volver a respirar.