Dos recuperaciones que invitan al optimismo para que se vea otro Cádiz

El Cádiz ha iniciado el trabajo de la semana con la esperanza de que la pésima imagen ofrecida en el estreno liguero ante el Zaragoza se quede únicamente en una mala jornada. Por delante viene el partido del sábado (19:00) ante el Levante, con la necesidad de mejorar en todos los aspectos del juego para tener opciones ante un rival que en su primer partido se llevó los tres puntos en su desplazamiento a Gijón.

Hay dos circunstancias que invitan al optimismo. Una de ellas es la recuperación de Ontiveros. El marbellí se perdió por una lesión el encuentro del pasado viernes y se antoja fundamental su aportación en el equipo por su capacidad para marcar diferencias por su disparo y su último pase, dos elementos que no aparecieron en ningún momento en el juego plano y previsible de los amarillos.

Durante la pretemporada se ha visto que al malagueño todavía le queda un poco para estar a nivel óptimo en el plano físico, pero es un jugador diferente y es, junto a Brian Ocampo, los dos futbolistas más imaginativos del equipo y el concurso de ambos es esencial para que se produzca una reacción inmediata.

Por otro lado, también es destacable que la lesión que provocó la salida del campo de Víctor Chust en el estreno liguero se ha quedado en un simple golpe. Si la semana se desarrolla con normalidad, el zaguero cadista podrá trabajar con el resto del grupo y estará disponible para el choque liguero ante el Levante.

También ha trabajado con sus compañeros San Emeterio, aunque en su caso todavía le falta para que pueda estar a punto para competir. En cualquier caso, otra buena noticia por lo que puede aportar en el centro del campo el jugador cántabro.