Oscar Banacloy (presidente del Catarroja): "Con el agua al cuello, se rompió la puerta del patio y me salvé"

A Óscar Banacloy el agua le cogió en la calle. En Catarroja, donde es el presidente del FBCD Catarroja, una de las doce Escuelas del Valencia CF afectadas por la DANA que hace dos semanas castigó la provincia de Valencia. Habían suspendido entrenamientos ante la alerta roja de AEMET y esa decisión salvó vidas. Con esa tranquilidad salió Óscar a la calle a hacer un último recado y allí le sorprendió el agua que a punto estuvo de llevárselo.

“Salí del supermercado al lado de casa y al llegar a mi calle el agua me llegaba por la cintura y se bloqueó la puerta del patio por la presión del agua. Me tuve que subir a una repisa y tuve que aguantar hasta que el agua me llegaba al cuello y ahí tuve la suerte de que la propia agua rompió la puerta del patio y pude entrar y subir a casa. Me considero muy afortunado” relata Óscar Banacloy en VCFMedia.

🧵 ᴇʟꜱ ᴄᴀᴍᴘꜱ ᴅᴇꜱᴛʀᴏꜱꜱᴀᴛꜱ ᴘᴇʀ ʟᴀ ᴅᴀɴᴀ ⛈️

👇🏼 Donem visibilitats als nostres camps de futbol afectará per la tragèdia

5️⃣ Polideportivo Municipal @ajuntcatarroja

🙋‍♂️ Óscar Banacloy, president @fbcdcatarroja

(el futbol és el més important de les coses menys… pic.twitter.com/WCygD2pDhO

— FFCV (@FFCV_info) November 8, 2024

Esa experiencia le hace afrontar con energías y buen espíritu una situación muy complicada para todos los vecinos de Catarroja y de las localidades cercanas afectadas por la DANA. “Han pasado dos semanas, pero parece que ha pasado mucho más tiempo porque aquello está en un estado de destrucción que parece que vivamos en otro mundo” señala Óscar que dos semanas después reconoce la dificultad de gestionar emocionalmente la situación.

“Estamos en una montaña rusa de sentimientos, momentos frustración, rabia, desolación... otros momentos de alegría al ver a los voluntarios que nos están dando vida” incide. “Es lo único positivo de estos días. He llorado con mucha gente de otros pueblos de la Comunitat, de otros muchos puntos de España y de Europa”.

Recuperar el fútbol en Catarroja para los más pequeños

En su condición de presidente del FBCD Catarroja Óscar Banacloy se siente responsable de los más de 700 niños y niñas que conforman los 43 equipos de este club que forma parte del proyecto Escoles VCF y que ha visto completamente destrozadas sus instalaciones. Y se esfuerza por encontrar soluciones para recuperar el fútbol para los más pequeños.

“La situación es muy compleja porque no tenemos campo y todas las poblaciones cercanas tampoco. En el Polideportivo de Catarroja va a ser difícil que se salve el terreno de juego. Hemos tenido suerte que no ha afectado a las oficinas y el material, pero en el campo el césped artificial tiene pliegues, está arrugado, con todo el fango por encima y en el campo “Mundial 82” está el césped todavía en el suelo, pero hay encima medio metro de fango y no sé si será recuperable” indica Óscar que agradece a los responsables de Escoles VCF haber estado en contacto directo con ellos y la preocupación para conocer su situación.

Lo que necesitan es dinero

De otros clubes y de otras Escoles VCF se han ofrecido a compartir instalaciones como solución temporal, aunque Óscar incide en que lo que se necesita es ayuda económica. “Necesitamos ayuda porque esto es cuestión de tener campos. No podemos ir a otros campos porque no tenemos vehículos, porque el 95% de la población ha perdido los coches. El Ayuntamiento trabaja en cosas más importantes como volver al colegio, el fútbol es una vía de escape para nuestros niños, pero ahora hay problemas tan inmediatos e importantes que se nos hace una montaña”.

El apoyo de la Federación Valenciana y demás

En los últimos días Óscar junto al resto de clubes afectados ha participado en distintas reuniones con la RFEF y la FFCV para analizar la situación. “Lo que necesitamos es dinero, que nos apoyen las federaciones, las instituciones para que devolvamos a nuestros niños para que puedan hacer deporte. Y vamos a pelear por ello. Nos costará algunos meses, pero tendremos instalaciones para nuestros niños y niñas” concluye con ese espíritu optimista que le acompaña.

“Soy positivo y alguna solución encontraremos. Tendremos que tener paciencia, pero seguro que encontraremos una solución. A corto plazo para entrenar y dar algo de vida a los niños, aunque sea estirando la moqueta y que al menos se pueda entrenar. Seguro que si hacemos una llamada para limpiar el campo y al menos poder entrenar estará todo el pueblo con nosotros para ayudar”.