El último golpe de Suso

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El gaditano volvió al verde, con minutos, casi dos meses después
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La última ocasión, clarísima, estuvo en sus botas
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Uno por uno del Sevilla ante el Deportivo Alavés: cuatro suspensos en el regreso de Caparrós
Han sido más de dos meses (contar los minutos ante el Valladolid y ante el Rayo Vallecano, menos de diez, sería injusto) sin Suso en el campo hasta este domingo. El '10' del Sevilla, uno de los capitanes del plantel, volvió al terreno de juego ante el Deportivo Alavés para dar fútbol y oxígeno al conjunto de Joaquín Caparrós, pero su empeño, su ímpetu, se quedó incompleto... tras un grosero error en el último suspiro.
Poco más de media hora de juego, desde banda derecha y con el objetivo de darle algo diferente a su equipo. Suso saltó al terreno de juego con la intención de recuperar balón, de recuperar el pulso de un partido que el Sevilla tenía prácticamente perdido. En parte, aunque sin demasiado brillo, lo consiguió.
Se le notó una preocupante falta de ritmo de encuentro, se le notó, como es lógico, falta de velocidad en el desborde, en el recorte, en su habitual gesto de cargar disparo, pero aportó algo diferente. Entró y empezó a combinar con Peque, primero, con Sow, después, con Carmona, con Juanlu Sánchez e incluso con Dodi Lukebakio. Todo el que le mostró apoyo, mejoró su papel.
El último golpe de Suso
Sin embargo, todo lo positivo que podríamos decir de Suso este domingo se quedó incompleto en el último suspiro. Con el Sevilla buscando de forma desesperada el segundo tanto, el gaditano se encontró un balón dulce, dulcísimo, en la frontal, recortó, respiró... y la mandó alta.

El error que condenó a su equipo y a él mismo. El gaditano sabía que si hubiese anotado ese gol, su conjunto estaría prácticamente salvado y, de paso, él cambiaría la dinámica, las oportunidades y la sensación de aquí a final de curso. El balón, sin embargo, se marchó alto, se fue como otras tantas, como miles de oportunidades que se han ido en Nervión.
El regreso de Suso con Joaquín Caparrós fue incompleto. Insuficiente, pero también, todo sea dicho, necesario.