Las "soluciones" de Joaquín Caparrós aceleran al Sevilla: "Tampoco hay que exprimirlas al máximo"
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El técnico se marchó descontento con el trabajo de su equipo...
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... y Pedrosa lo demostró públicamente
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Apenas ha sido una semana de trabajo, pero el Sevilla de Joaquín Caparrós, respecto al de García Pimienta, ya ha cambiado. A pesar del empate, que no deja satisfecho a nadie en la entidad, el de Utrera sí presentó ciertas "soluciones" al equipo ante el Deportivo Alavés, pero ni el propio técnico, ni sus jugadores, parecieron salir demasiado contentos de la cita este pasado domingo.
El primero en admitirlo fue el propio Joaquín Caparrós. El técnico asumió en sala de prensa que "no ha sido un buen partido", que no supieron gestionar el balón y que "quizás esas ganas por llegar", les provocó precipitarse en repetidas ocasiones.
No fue ni una, ni dos, ni tres veces las que los jugadores del Sevilla se quitaban la pelota con un pelotazo a ningún lado, llegando incluso a provocar cierto descontento del público allí presente.
Los jugadores blanquirrojos mezclaron dichas situaciones con otras tantas en las que el equipo se partía y se quedaban los cuatro defensores pasándola en horizontal sin demasiada alternativa para salir jugando.
Faltó práctica, compenetración o simplemente calidad, el equipo lanzaba en largo cuando aún estaba replegado -y no ganaba ni una sola segunda jugada- e intentaba salir en corto cuando se había desplegado. Por momentos fue un auténtico desastre.
El vestuario del Sevilla y la idea de Joaquín Caparrós
Tal era el descontento -técnico incluido- que hasta el propio Adriá Pedrosa comentaba que "se han visto cambios, el sistema ha cambiado completamente hoy", decía antes de admitir que "nos ha dado algunas soluciones, pero tampoco tenemos que exprimirlas al máximo. Nos ha dado la posibilidad de salir más en largo, pero tenemos calidad suficiente para madurar la jugada y jugar un poco más tranquilos", añadía el lateral zurdo.
Joaquín Caparrós apenas tendrá un par de sesiones antes de visitar a Osasuna, pero parece evidente que esa solución, esa nueva idea, no puede llevar a una aceleración desmesurada a un equipo que necesita oxígeno en su peor momento de la temporada.