Un Athletic más fuerte que todo sufrimiento supera la cera sobre Maroan Sannadi

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Munuera Montero, un juez arbitrario el domingo en San Mamés
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El Athletic fue capaz de ser más fuerte que todo dolor
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Desmarcados: Oihan Sancet engrandece al Athletic ante el permisivo pin pan pum sobre Maroan
No me dan pena los centrales caídos. Ni siquiera cuando caen y son asistidos. Ni la sangre que me ocultan me conmueve. Ni una pizca de compasión ante sus fosas nasales algodonadas. No me dan pena. No. Y cuando van a darme pena, pienso en todo el daño que le habían causado al 'Elefante' del Athletic Club Maroan Sannadi, su referencia encomendada.
Patadas. Agarrones. Como el sastre que rodea con los brazos su cintura por si le llegara el encargo de hacerle 'un traje'. No me da pena Diarra, no. No comparto el código de los violentos. Tampoco, el de los tramposos. Ni el de los engañadores. Como él. Los que caen al suelo y se retuercen de un dolor fingido. Los que golpean con sus puños el sagrado suelo de la Catedral como obreros que un féretro de bronce clavetean.

Y todo ello, ante la mirada de Munuera Montero, un juez arbitrario. Todo lo que sucede está sujeto a su libre voluntad. A su capricho. Como si no hubiera ley. Como si la razón no existiera. Imposible me resulta meterme en la cabeza de un hombre que se maneja como a la sopa tolondra. Orgulloso, por otra parte, de que Maroan Sannadi, bonachón, muy buena gente, no pierda los papeles que Valverde le dio en el vestuario para, llegado el momento, se tomara la justicia por su mano.
No me da pena este 'Glorioso' derrotado. Mi pena era por Berenguer, sancionado. Por Iñaki y Nicolás Williams, lesionados. Y por Oihan Sancet, el ciervo herido que bajó del monte para buscar su hueco en el banquillo. Olabarrieta, Peio Canales, Álvaro Djaló. La línea que sigue el Athletic porque quiere ser fiel al estilo que lo hace grande. Unique in the Word. Caso único en el mundo. Munduan bakarra.

Capaces de compaginar la Europa del mito y esta moderna que gestiona la UEFA. Sin Iñaki, sin Berenguer, sin Nicolás. Con Oihan Sancet en el banquillo para que sobre su suerte se especulara. Un Athletic dolorido, pues, un Athletic sufriente. Con los 'pobres' de Lezama querían su suerte echar. Los 'hombres de negro' que al mediodía habían sellado la permanecía en Miribilla'.
Los cachorros que caminan, los que gatean, y esos otros que Jon Mirande dio en llamar 'Haur besoetakoak'. Me habría gustado verlas a ellas, junto a Isabel Iturbe, la presidenta de Bilbao Basket. Fue Xavi Rabaseda el que hizo el saque de honor. Sobre el desenlace del partido no se había escrito nada..

Habría de ser en el 71'. Cuando 'Galaxy', en un espacio reducido, filtró un pase de lujo hacia un Sancet 'incipiente'. Control con el pecho y orientado fue el gesto de este "ciervo herido" de José Martí. Servicio de urgencias al que Guruzeta le hizo un feo. Nunca un remate fallido habría de darle tanto beneficio a este Athletic que no perdía la fe.
En el segundo palo. Allí donde el lío, la melé. Donde Maroan Sannadi, que tanta cera había recibido, forzó a Manuel Sánchez a darle al Athletic el gol de la victoria. Menos de tres días después de la noche amarga de Manchester, el Athletic derrotó al Deportivo Alavés porque fue capaz de ser más fuerte que todo dolor y todo sufrimiento.
• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista
Vergonzoso artículo de este juntaletras. Los agarrones por ambas partes. Los fingimientos solo por Sannadi tirándose en el área para tratar de que le pitaran penalti a favor. Y la sangre siempre da pena sea de quien sea.