Harry Maguire se encara con Cuti Romero tras la final y tienen que separarlos
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El argentino se acercó al inglés para tenderle la mano
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El jugador del United se lo negó e increpó al del Tottenham por una jugada durante el partido
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Micky van de Ven salva la Europa League para el Tottenham con una apoteósica acrobacia
La final de la UEFA Europa League entre el Tottenham y el Manchester United alzó a los spurs como campeones de la segunda competición europea. Para más inri, le da acceso a la Champions la próxima temporada pese a que se han descolgado de manera muy evidente de la Premier League. No obstante, el partido echó chispas en más de un momento. Especialmente entre Cuti Romero, jugador cuyo fichaje busca el Atlético de Madrid, y Harry Maguire. Tanto es así que incluso tuvieron que separarles.
Ha sido el periodista inglés Nathan Salt, del Mail Sport, presente en la zona de prensa de San Mamés, quien ha captado este momento y ha desvelado lo sucedido. Y es que, según se ve en el vídeo de este reportero, Cuti Romero se acerca a tender la mano a Harry Maguire. Algo que el central inglés le niega. En este sentido, el argentino sigue su camino y se acerca a Diogo Dalot, dándole un abrazo y consolándole brevemente por la derrota.
La queja de Harry Maguire a Cuti Romero durante y tras el partido
Fue entonces cuando Harry Maguire se acercó a él, espetándole algo. Le dijo que se retirara de su compañero y se fuera con aires de enfado y señalando una zona concreta del campo, en referencia a una acción sucedida durante el partido. Algo que el Cuti Romero no entendió. Con brazos encogidos, se retiró y prosiguió su camino de felicitar a rivales y celebrar con compañeros.
Cristian Romero went over to speak to Harry Maguire at the end and the two have to be separated after Maguire fires back at him 👀 @MailSport #mufc pic.twitter.com/QQtIzKi2oe
— Nathan Salt (@NathSalt1) May 21, 2025
Y es que durante el encuentro también saltaron chispas. También fue el inglés quien acudió a recriminarle al argentino una acción, y entendemos que, al final del partido, a Harry Maguire aún no se le había pasado el enfado.