Mario Kart World, el reino de la adrenalina y la rejugabilidad

Mario Kart World es todo lo que los 55 millones de usuarios del juego previo esperan al tener en manos una nueva entrega al comprar la Switch 2. La sensación es exactamente la misma pero con el multiplicador del hype, de los gráficos, de las mejoras y de la búsqueda de novedades. Es uno de los juegos más adictivos y divertidos de las últimas décadas, y lo seguirá siendo durante mucho tiempo.

Mis primeros minutos con la Nintendo Switch 2 pasan por construir un espacio seguro para palpar de todas las formas posibles mi entretenimiento futuro. Es una forma de entrar en trance para posteriormente analizarlo todo tras las probaturas, pero sobre todo es sacar mil veces los imanes, comparar el tacto general con la Switch 1, escuchar y no sólo ver la interfaz y sentir qué tiene para mí este nuevo compañero de viaje.

En ese proceso Mario Kart World es la pieza más importante porque es el fin de entender por qué esta consola apunta a ser una de las más vendidas de la historia. En mi caso la Switch 2 llegó un par de días tarde y eso acumuló más hype que odio con la empresa de mensajería, porque esa noche aguanté hasta más de las tres de la mañana a pesar de tener críos en casa que se despiertan sin preguntar a las 7 de la mañana. Pero era imposible parar.

La teoría de elegir como frontrunner a Mario Kart World es fácil de entender, es el juego más vendido en la historia de la Nintendo Switch. Fin. Esa razón lo coloca como el centro de atención para vender cuantas más consolas posibles, pero es que en la práctica el juego te entrega todo lo que le pides y por eso es una genialidad.

Lo que te da Mario Kart World

Mario Kart World, y en general la Switch 2, no son especialmente innovadores con respecto a otros lanzamientos pasados de Nintendo. Es una opción continuista muy bien aderezada que sigue en la misma línea para aprovechar un último lustro brillante. Pero el verdadero valor del todo es la satisfacción del conjunto por sí mismo, el valor de la marca y precisamente esa cadena de horas para dar el primer acelerón sin saber cuándo será el último de la jornada.

Sabes cuándo empiezas a jugar a Mario Kart World pero no cuándo vas a acabar, y ese frenesí es parte de la magia del juego. El análisis puede virar sobre el perfeccionamiento del meta con vehículos y personajes, el uso de los raíles o los matices al introducir las carreras por las paredes con los impulsos del salto. Pero la realidad es otra.

La adrenalina de las carreras está tan bien conseguida incluso con 24 corredores que la sensación in-game es mucho mejor que la de Mario Kart 8 Deluxe. Sé que son palabras mayores pero en general tanto ganar como perder motivan aún más al jugador en busca de otro reto, ya sea multijugador o contra la IA (mucho más difícil en esta ocasión).

Ese balance es claramente el más difícil de conseguir, apilar el doble de pilotos para carreras más complejas, con pistas más abiertas y más objetos que medir. En eso Mario Kart World es el mejor, no sólo funciona con éxito en ese ajuste por equilibrar el juego, sino que también profundiza en él con modos como supervivencia.

Supervivencia me enamora, el mundo abierto no es para mí

La mejor alternativa a la experiencia Mario Kart World es el modo de Supervivencia. Hasta ahora era difícil encontrar un tipo de partidas diferentes a la simple lucha por el trono en Deluxe, pero en este caso las partidas son muy diferentes. Primero por la perspectiva, segundo por la diversidad del trazado con el enlace de las pistas, y tercero por la duración.

Supervivencia es una maratón donde la concentración es un factor fundamental y ese complemento cambia por completo el foco con respecto a las partidas normales. Es otra forma de jugar, una manera de ajustar la frustración después de una Copa o de probar algo novedoso.

En cambio el mundo abierto no es mi fuerte. Entiendo el valor de ofrecer esa alternativa sobre todo para una vertiente cooperativa con otra visión, pero no casa con mi forma de entender Mario Kart. Los secretos, las misiones, la búsqueda de monedas y tableros es interesante, pero no es lo que busco cuando compro una Nintendo Switch 2.

Es un valor seguro para complementar las carreras en millones de jugadores, pero yo quiero gasolina y esto me ofrece un paraje que me aleja de la experiencia. El fuerte de todo lo que ofrece le hace diferencial y único para liderar la Switch 2, quién sabe si hay alguna forma de mejorarlo con actualizaciones futuras y que un DLC no sea sólo incluir cuatro circuitos.

Las conclusiones y la lectura final con Mario Kart World

Mario Kart World es otro juego generacional que puede marcar una época entre todo tipo de jugadores. Atrae al jugador más casual y a la vez al competitivo, al grupo de amigos y a la familia que ahora aprovechará los mandos de la Switch 1 para jugar de cuatro...lo tiene todo.

Para entrar en Mario Kart World necesitas tres detalles jugables, y es fácil de aprender, pero muy difícil de perfeccionar. Esa elasticidad para todo tipo de jugadores es un mensaje ligado a la durabilidad y la rejugabilidad del juego, de la consola y de la idea de un marketing ligado a un superventas. Es un éxito en planteamiento pero aún más con la Switch 2 en la mano.

Lo mejor

• El tope de Mario Kart World es tocar el techo de la diversión una vez más sin dejar de sentirse fresco
• El trabajo de balance de las carreras a pesar de subir a 24 pilotos
• El modo supervivencia, al fin un modo necesario para complementar en el multijugador

Lo peor

• La ausencia de conexión y continuidad del mundo abierto a falta de futuras actualizaciones

85/100