Los ‘peros’ del Range Rover eléctrico que va a frenar a algunos compradores

El primer Range Rover 100% eléctrico ya está prácticamente listo. O al menos eso asegura la marca. Su presentación debería haberse producido a finales del año pasado, pero Land Rover acumula ya más de medio año de retraso. A estas alturas, todo apunta a que su debut oficial será con un año de demora respecto a lo prometido.

La firma británica aprovechó el Festival de Goodwood 2025 para mostrar un prototipo casi definitivo. Eso sí, sin ponerlo a prueba en la mítica colina. Y es que no pretende ser el SUV más rápido, sino el más exclusivo. El objetivo sigue siendo ofrecer lujo, confort y capacidades off-road a un nivel que muy pocos rivales pueden igualar.

El nuevo Range Rover no quiere decepcionar a los más exigentes

Para demostrarlo, la marca diseñó un recorrido específico alrededor del recinto. El Range Rover eléctrico lo completó sin esfuerzo. A pesar de haber perdido el rugido del V8, su ADN todoterreno permanece intacto. Eso sí, el peso ha crecido. La culpa es de una enorme batería alojada entre los ejes.

Esta batería tiene una capacidad de 117 kWh y, según cifras oficiales, puede ofrecer una autonomía de hasta 500 km. Una cifra muy similar a la de sus versiones diésel. Además, incluirá un sistema de carga de 800 V, lo que garantiza recargas rápidas y eficientes en los puntos compatibles.

Algunos detalles a tener en cuenta

Pero no todo son buenas noticias. El nuevo Range Rover no contará con maletero delantero, algo que muchos compradores premium valoran. Tampoco tendrá opción de siete plazas, ni siquiera como extra. ¿La razón? Dar prioridad al espacio y confort de los ocupantes traseros.

Eso sí, en potencia no habrá quejas. Superará con holgura los 500 CV, y promete un nivel de acabado y tecnología de referencia. Lo que sí puede echar para atrás a más de uno es el precio final. No se ha confirmado, pero se rumorea que superará los 200.000 euros.