Ojo al regreso de Tata con este clon del famoso Land Rover Defender

-
Estará disponible en versiones gasolina, diésel y eléctricas
-
Su llegada al mercado está prevista para este mismo año, pero no para el nuestro
-
Toyota hace realidad el sueño de muchos: ojo al nuevo Land Cruiser
En el universo de los SUV asequibles, pocas marcas logran sorprender de verdad. Pero Tata está decidida a cambiar eso. El fabricante indio prepara el retorno de un nombre mítico dentro de su gama: el Sierra, completamente renovado, reinterpretado y con un claro guiño al Land Rover Defender. Y no, esta vez no hablamos de un producto rudimentario. Estamos ante un vehículo que busca atraer miradas en serio.
El nuevo Tata Sierra es un SUV compacto, de líneas rectas y proporciones cuadradas. Está pensado para transmitir fuerza y presencia. Su diseño se inspira abiertamente en modelos británicos como el Land Rover Discovery o incluso el Range Rover. Pero lo hace con personalidad propia. Faros delgados, techo flotante y un portón limpio marcan un estilo moderno con sabor retro.

Tata está de vuelta con un clon del Land Rover Defender
Su llegada está prevista para 2025. Y quiere hacerlo como el todoterreno accesible que llene el hueco entre los SUV urbanos y los auténticos 4x4, ofreciendo una estética aventurera sin necesidad de pagar un precio premium.
La gama mecánica será muy variada. Se habla de motores diésel de 2.0 litros, gasolina de 1.5 litros y una versión eléctrica con 69 kWh de batería que podría alcanzar hasta 450 kilómetros de autonomía. Todo apunta a un vehículo equilibrado, no por cifras espectaculares, sino por practicidad y sentido común

Hay un detalle que no te va a gustar
Pero el Sierra no solo quiere destacar por fuera. Vendrá equipado con conectividad avanzada, asientos ventilados y hasta conducción semiautónoma de nivel 2, algo impensable hasta hace poco en un modelo de este rango de precio.

Pero atención, hay una noticia que, si has llegado hasta aquí, no te gustará. Por ahora su lanzamiento será exclusivo para India. Europa tendrá que esperar, y si llega, probablemente lo haga solo en versión eléctrica, adaptada a nuestras normativas.