Una doctora detalla cómo afecta la cerveza a la salud y qué riesgos conlleva su consumo en exceso

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Su consumo presenta beneficios nutricionales, pero no los suficientes
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Ninguna cantidad de cerveza es completamente segura para la salud
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En España, el consumo de cerveza está totalmente normalizado, sobre todo en contextos sociales como bares, celebraciones, partidos de fútbol... De hecho, este país es unos los principales consumidores de Europa, junto a Alemania y la República Checa. A pesar de que su consumo legal es a partir de los 18 años, se suele empezar a beber en edades más tempranas.
Con motivo del Día Internacional de la Cerveza, que se celebra cada primer viernes de agosto, en ElDesmarque hemos querido desvelar la cara que menos gusta de una de las bebidas favoritas de los españoles, los riesgos para la salud que conlleva su consumo, especialmente cuando este es en exceso.
Para ello, hemos contando con la voz experta de la Dra. Guadalupe Blay, responsable del grupo de Endocrinología y Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Cómo afecta la cerveza a la salud
El consumo de cerveza no está exento de riesgos para la salud, los cuales aumentan y se potencia cuanto mayor sea su consumo. "Menos es mejor, y ninguna cantidad de alcohol es completamente segura", indican las guías de salud más recientes.
El hígado es el encargado de metabolizar el alcohol por lo que "puede dañarse progresivamente" aumentando el "riesgo de hígado graso, hepatitis alcohólica y, a largo plazo, cirrosis".
En esta misma línea, "aunque antes se decía que pequeñas cantidades de alcohol podían proteger el corazón, hoy se sabe que el riesgo de hipertensión aumenta con el consumo diario" y se incrementa "el riesgo de arritmias, ictus y otras enfermedades cardiovasculares".
El alcohol también se relaciona con el cáncer. "Incluso cantidades bajas se asocian con mayor riesgo de cáncer de mama, hígado, esófago, colon, boca o garganta".
Por último, a pesar de que el consumo de cerveza, y de alcohol en general, da sueño, este "interfiere con el sueño profundo y el ritmo circadiano", apunta la profesional a ElDesmarque.
¿Y si bebemos cerveza sin alcohol? El hecho de eliminar el alcohol de la cerveza no la convierte en una bebida saludable, como puede ser el agua o las infusiones, pero sí que "reduce gran parte de los riesgos" recién mencionados.

¿La cerveza engorda?
Sí, la cerveza engorda, no es un mito. Esta contiene las conocidas "calorías vacías, que se acumulan con facilidad" y a la larga "pueden provocar aumento de peso y obesidad abdominal, la clásica 'barriga cervecera' ".
Presenta beneficios nutricionales, pero no suficientes
Es posible que hayas leído en diversos artículos que la cerveza, por su composición nutricional, presenta beneficios. Sí, esto es cierto, pero "leves y no suficientes para recomendar su consumo como fuente de nutrientes", aclara la Dra. Blay. Y es que, la cerveza, además de las calorías vacías, contiene:
- Vitaminas del grupo B que provienen de la levadura y los cereales
- Minerales como el potasio, el magnesio, el fósforo y el silicio, que puede ayuda a la salud ósea. No obstante, sus cantidades son bajas por lo que "no compensan los efectos del alcohol".
- Polifenoles y antioxidantes, del lúpulo y la malta, que "pueden tener cierto efecto antiinflamatorio y protector cardiovascular", componentes que también se encuentran en el té verde, los frutos rojos o el cacao puro.
- "Algunas cervezas, especialmente las 'sin filtrar', aportan beta-glucanos, que ayudan a la microbiota intestinal".