LaLiga denuncia a Antiviolencia dos cánticos de la afición del Málaga CF

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Uno iba dirigido al portero del Eibar y el otro, al árbitro
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Sólo un estadio de LaLiga Hypermotion tuvo más asistencia que La Rosaleda en la jornada 1
LaLiga ha enviado su habitual escrito al Comité de Competición de la RFEF y a la Comisión Antiviolencia en relación a los cánticos y otros sucesos acontecidos a lo largo de la jornada 1 en LaLiga, tanto en Primera como en Segunda. En ese escrito aparece el partido entre el Málaga CF y el SD Eibar, con hasta dos cánticos que se repitieron en seis ocasiones.
Todos se dieron a lo largo de la segunda mitad y casi todos iban dirigidos al portero. En los minutos 46, 73, 87, 88 y 94, "un grupo de aficionados locales de la grada de Fondo Sur entonaron de forma coral y coordinada durante, aproximadamente, 5 segundos el cántico "Eh, cabrón”, dirigido al portero visitante al efectuar un saque de portería".
Se trata de un cántico tan malsonante como habitual en muchos estadios del fútbol español, especialmente en Andalucía. Aún así, LaLiga lo considera un "comportamientos prohibidos y por tanto sancionables" por su "contenido insultante e intolerante".
Los cánticos de la afición del Málaga al portero y al árbitro
El otro cántico recogido y denunciado va dirigido al árbitro y también se dio en la segunda mitad del encuentro. "En el minuto 55 de partido, un grupo de aficionados locales ubicados en los sectores 112, 114, 116, 220, 222, 224, 226, 228 y 230 de la grada de Fondo Sur, entonaron de forma coral y coordinada durante 10 segundos el cántico 'Árbitro valiente, valiente hijo de puta'", denuncia LaLiga.
En su escrito, el organismo aclara que "los hechos mencionados se han producido únicamente desde la zona descrita" y que el club puso en los videomarcadores varios mensajes con la "prohibición de realizar cualquier tipo de cántico, expresión, sonido o actitud que incite a la violencia o pretenda vejar a una persona".

La liga siempre busca castigar al Málaga porque no tienen huevos de castigar al Barcelona ni a los grandes por lo mismo.