Pablo Vázquez habla de su vuelta a Riazor y cuenta cómo meterle mano al Dépor: "Sentimientos encontrados"

-
El central valenciano estuvo en rueda de prensa
-
Pablo Vázquez cuenta cómo fue la conversación con el Dépor que inició su salida: "No me esperaba todo lo que ha pasado"
Pablo Vázquez visita este sábado Riazor como jugador del Real Sporting. El defensa valenciano vuelve a la que fue su casa durante dos años después de un verano intenso en el que se convirtió en un auténtico culebrón su salida del cuadro coruñés, del que reconoce que cuando llegó a Gijón miró cuándo le tocaba este duelo tan especial y al que guarda un especial cariño.
"Cuando llegué aquí miré cuando me tocaba volver y justo ha sido prontito. La semana es normal porque el partido es como otro cualquiera. Hemos hecho una doble, más dura de lo que pensaba. Es un partido un poco especial en lo personal. Hasta hace nada estaba allí. Es la primera vez que voy a jugar de visitante allí. Sentimientos un poco encontrados. Esperando un partido de Primera división por estadio, aficiones y clubes", confesó.
"Sentimientos encontrados porque estuve dos años allí, prolíferos, estuve muy a gusto. Lo demás ya lo he comentado. Estoy muy a gusto aquí, muy contento. Solo que estuve allí muy bien. Es un sitio muy especial. Ya lo que pasó, se cerró una etapa. Fue muy feliz. Se está iniciando otra y de momento soy muy feliz", aseguró.
Pablo Vázquez y cómo meterle mano al Dépor
En el análisis del rival, consideró que "es difícil meterle mano al Dépor en Riazor", tras destacar su potencial ofensivo. "Tienen un equipazo. Son uno de los rivales a batir, pero veo a nuestro equipo con las armas necesarias y suficientes para hacerles daño. Tienen muchísimo recursos. Tienen un potencial ofensivo tremendo. Tienen quizás el mejor jugador de la categoría. Va a ser difícil. No sé, veo nuestro equipo preparado y unido para este tipo de retos. Si queremos estar peleando en la zona alta hay que ir con personalidad y valentía", añadió.

Sobre su integración en Gijón, aseguró que llegó con precaución y calma, pero que le sorprendió "el recibimiento de la afición", especialmente en la tercera jornada, cuando sintió la conexión con la grada y sintió ese plus que le hizo saltar al césped de El Molinón con la idea de "tener que ir a matar y dar un poco más en el partido".
El central afirmó que esa comunión con la gente es lo que está logrando que los jugadores sientan "la obligación de responder en el campo", con un equipo "intenso y pasional", tal y como les pide Asier Garitano, "primando la solidez" a un estilo más de 'jogo bonito'.