"El agua no hidrata", el bulo que circula por las redes y que los profesionales tratan de desmentir

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Salvo excepciones, no hay que suplementar el agua con electrolitos porque esta hidrata por sí sola
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Es posible que hayas visto más de un vídeo en redes en el que aseguran que el agua no hidrata e incluso que deshidrata, porque le faltan sales minerales y electrolitos. Pese a que estos perfiles, también conocidos como gurús nutricionales, se esfuerzan en argumentar dicha afirmación, los profesionales aseguran que es algo totalmente falso.
"El agua sí hidrata. Siempre lo ha hecho. Es la base de nuestra vida y lo que nuestro cuerpo necesita para mantenerse en equilibrio", asegura la nutricionista Elisa Blázquez en sus redes. "La hidratación cosiste en recuperar el agua perdida, el H2O, olvídate de las sales", añade en la misma línea Roberto Vidal, @elcoachnutricional.
El agua destilada, la que está sin potabilizar y la que tiene un exceso de sales minerales son las que sí pueden ser perjudiciales, especifica el farmacéutico Álvaro Fernández, más conocido como @farmaceuticofernandez.
Los electrolitos y las sales se obtienen de los alimentos
No obstante, estas afirmaciones no niegan que los electrolitos y las sales minerales sean necesarias para el correcto funcionamiento del organismo, pero estas se obtienen más de los alimentos (más del 80%) que del agua.
Lo que hacen los electrolitos y las sales es "regular cómo se almacena y distribuye ese agua" y sus principales fuentes de obtención son las que enumera 'El Coach Nutricional':
- El sodio se obtiene de la sal y de los procesados
- El potasio de las frutas, las verduras y las legumbres
- El calcio de los lácteos, los frutos secos y las hojas verdes
- El magnesio de los frutos secos, los cereales integrales, el cacao y las legumbres
Cuándo está justificada la suplementación de electrolitos
Por otro lado, existen excepciones en las que sí está justificada la suplementación de electrolitos, es decir, el hecho de echar sal en el agua, y son las siguientes:
- Personas que hacen deportes muy intensos
- Tras sudar mucho por las altas temperaturas
- En ayunos prolongados, como el caso de Lamine Yamal en Ramadán
- Cuando se tienen vómitos o diarreas prolongadas
- En otros contextos médicos específicos
Además, cuando no se dan estas situaciones "añadir sal sin control puede ser contraproducente" y provocar "retención de líquidos, aumento de la presión arterial, y más sed", advierte el farmacéutico Fernández. Y es que el "organismo ya regula perfectamente el equilibrio de agua y sales minerales a través de la alimentación y la función renal".
Por qué dicen que el agua deshidrata
Está claro que los excesos no son buenos, y otros de los motivos por los que estos gurús aseguran que el agua deshidrata es porque al beber agua en exceso, aparecen síntomas propios de la deshidratación.
"Lo que pasa es que los síntomas de la deshidratación se pueden parecer a los de la deshidratación", corrige Álvaro Fernández; y se produce cuando "los riñones ya no son capaces de filtrar más y el exceso de líquido reduce la concentración de sales minerales en nuestro organismo".