La caída sin fin del Girona FC: de Champions a colista, un 2 de 23 insostenible y el futuro de Míchel

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El equipo catalán sólo ha sumado 3 puntos y sólo ha marcado 3 goles en 7 jornadas
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Drama total en el Girona con la lesión y el tiempo de baja de Van de Beek
¿Se puede pasar en ocho meses de jugar un partido de Champions League a verse como colista de LaLiga? Sí, se puede. Y si no que le preguntan al Girona FC. En menos de lo que dura un curso, el equipo de Míchel Sánchez ha pasado de codearse con la élite del fútbol europeo a luchar por el descenso. Una debacle que empezó en el mes de enero, que se sigue alargando con octubre a la vuelta de la esquina y que empieza a poner el foco en el propio entrenador.
Parece que fue hace un siglo, pero el pasado 29 de enero el Girona disputó un partido de Champions ante el Arsenal en Montilivi. Se llegó a poner por delante gracias a un gol de Danjuma, pero los tantos de Jorginho y Nwaneri voltearon el marcador y sirvieron, a la postre, y pusieron fin al breve sueño europeo.
Cinco días más tarde, el equipo gironí ganó a Las Palmas en casa. A partir de ahí, comenzó la debacle de la segunda vuelta: 11 partidos seguidos sin ganar y apenas 4 puntos de 33 posibles que dejaron al equipo al borde de los puestos de descenso. Los triunfos finales ante el Mallorca y un descendido Valladolid certificaron la permanencia en mayo, un objetivo por el que nadie pensaba que acabaría luchando el equipo.
El Girona FC, colista: números dramáticos
Pero la dinámica negativa se ha alargado en este inicio de curso. Siete jornadas y ninguna victoria, sólo 3 puntos de 21 posibles, sólo tres goles a favor, 16 en contra. Y colista de LaLiga, que no es poco.
Entre el tramo final del pasado curso y el inicio de este, el Girona sólo ha ganado 2 partidos de los últimos 23. Si estiramos la vista a principios de enero, hablamos de 3 victorias en 28 encuentros. Es, con diferencia, el peor equipo desde que arrancó el año 2025. Y el abismo empieza a estar más cerca de lo que parece.
De momento, la figura de Míchel parece intocable. Los rumores de una posible destitución no han cogido demasiado vuelo, pues hablamos del mismo entrenador que llevó al Girona a la Champions hace apenas año y medio. Pero tan cierto es que fue el gran artífice de un logro histórico como que ahora, y desde hace ya muchos meses, no consigue dar con la tecla en un equipo que, partido a partido, sigue teniendo números dramáticos sin que nadie consiga ponerle remedio.
