Él no tiene la culpa
Dicen que el centro del campo de un equipo es el cerebro del mismo, por él deberían de pasar todos los balones porque por esa zona del campo tendría que estar la 'magia' del fútbol.
Muchas miradas se centran ahora en un jugador, Nacho Cases. El canterano 'debutó' esta temporada como titular en el Sporting. Su aportación en Montilivi sirvió para que los rojiblancos mostraran la mejor versión vista desde que Sandoval llegó al banquillo gijonés.
La calidad de Cases con el balón en los pies es indudable, pero habría que echar un vistazo unos pequeños metros por detrás del '10' del Sporting. En los últimos dos encuentros, López Garai ha ocupado el puesto del lesionado Bustos. El vasco ha recibido duras críticas por su aportación al equipo en el terreno de juego y ahora, nadie se acuerda de Garai. El fútbol es así, un días estás en el centro del tifón y cuando tu fútbol es el esperado pasas desapercibido.
Aritz ha vuelto a su posición de origen y el centrocampista ha cumplido a la perfección su tarea como 'guardaespaldas' tanto de Cases como de Barrera. La tarea del centrocampista no debería de ser otra que la que desempeña Cristian Bustos. Ambos jugadores tendrían que disputarse un sitio en el once titular, siempre que el partido esté para crear fútbol del bueno.
Ahora las críticas hacia el juego de López Garai se han calmado, simplemente porque Nacho Cases ha vuelto al equipo titular. Un jugador no tiene la culpa de que el entrenador decida alinearlo semana sí y semana también. Un futbolista quiere jugar todos los minutos y está dispuesto a hacerlo en cualquier demarcación.