El Real Oviedo encuentra el camino

El Real Oviedo se llevó los tres puntos del estadio Ramón de Carranza. Los hombres de Fernando Hierro se mostraron serios y ordenados y, esta vez sí, las ocasiones entraron en la portería. El Cádiz estuvo combativo pero poco pudo hacer ante un equipo bien plantado sobre el terreno de juego con un gran sistema defensivo. Lo importante era sumar para salir de la zona baja y seguir aspirando a cosas mayores y el conjunto carbayón así lo hizo, para alegría de los aficionados. Los azules vencieron 0-2 y volvieron a ganar fuera de casa cerca de 9 meses después. 

Lo más llamativo era sin duda la alineación. Peña ocupo el lateral izquierdo y Verdés el centro de la zaga pero, en este caso, David Fernández se quedaba en el banquillo. Por delante, tres centrocampistas. Rocha, Erice y Torró formaban un 4-3-3 a la hora de atacar, y un 4-1-4-1 en defensa -con Linares en banda-. Una alineación diferente pero sobre todo innovadora, algo que aún no habíamos visto esta temporada con Hierro.
Durante el inicio de partido el equipo de Fernando Hierro se vio superado por el de Cervera y estaba obligado a defender. Los locales tenían la posesión de balón y se sentían cómodos con la situación. Tenían al Oviedo doblegado e iban acumulando llegadas y saques de esquina. Los 10 primeros minutos fueron un asedio del Cádiz, aunque sin éxito suficiente para romper la igualada. Los visitantes estaban ordenados y aguantaban de manera sencilla las acometidas de los locales.
El equipo asturiano intentó poco a poco deshacerse de la presión rival y logró crear un par de llegadas de peligro. Así, en el minuto 15 de la primera parte el equipo asturiano botaba un saque de esquina que remataba Héctor Verdés de cabeza y empujaba Toché a la portería para poner el 0-1. Los hombres de Fernando Hierro habían sido capaces de no dejarse dominar por el Cádiz y salir poco a poco, de manera ordenada, de la presión a la que estaban sometidos. Cuando peor estaban, conseguían adelantarse.
El gol era la mejor medicina para un Real Oviedo que comenzó a asentarse en el césped y jugarle de tú a tú a los cadistas. En el 21' de la primera parte el balón le llegaba a Toché y este enviaba un pase raso al corazón del área pequeña que Miguel Linares remataba al fondo de la red. Era el 0-2 y el Oviedo encarrilaba el partido a base de saber estar y seriedad defensiva.
Así iba a concluir la primera parte. Los hombres de Fernando Hierro fueron capaces de acabar con el dominio local inicial y comenzar a ganarse su sitio sobre el terreno e juego. Premio a la efectividad para los carbayones que, esta vez sí, habían materializado las ocasiones que habían tenido. El equipo se había mostrado sólido gracias al 4-1-4-1 con Rocha ejerciendo de jugador defensivo y el centro del campo dejaba buenas sensaciones. Erice y Rocha se complementaban bien y Torró les liberaba de esa exigencia defensiva de otros partidos.
Los segundos 45 minutos arrancaron con dos cambios en el equipo de Cervera. El técnico local daba entrada a Nico y Aitor buscando crear peligro y lograr el tanto que redujera las distancias. Por su parte el Real Oviedo partió con los mismos que finalizaron la primera mitad buscando seguir con el mismo plan. 
El conjunto de Hierro iba a buscar seguir ordenado y serio, aunque con la evidencia de que el Cádiz comenzaría a arriesgar para recortar distancias y dominar iba a ser complicado. De esta manera el conjunto local iba a sumar llegadas gracias a un buen Brian, que llevaba el peso de su equipo. Cervera seguía buscando qué tecla tocar para lograr la remontada y así llegaba el tercer cambio con más de media hora de partido por delante. Dani Güiza entraba por un defensa y los locales iban con todo. 
A partir de ese momento el partido se acabó. El Cádiz había hecho los tres cambios y tenía a Garrido lesionado sin poder ser sustituido y las cosas se complicaban. Los azules estaban cómodos, los locales no conseguían llegar con peligro y los minutos pasaban sin que nadie hiciera nada para cambiar el resultado. A falta de 10' para el final el árbitro le mostraba la roja a Jon Erice por un codazo a un jugador del Cádiz, pero un minuto más tarde la misma tarjeta la veía el local Eddy por una entrada sobre Torró y todo seguía su curso. 
Al final victoria para un serio Real Oviedo que vuelve a ganar fuera desde diciembre de 2015 y rompe la racha de dos derrotas consecutivas. Los azules suman tres puntos necesarios para acabar con la dinámica negativa, salir de la zona baja y acercarse al objetivo, que es estar arriba. El equipo tuvo mucha presencia en el centro del campo y los mejores, precisamente, fueron los jugadores de esa zona. Erice, Torró y Rocha -junto a Toché- fueron los más destacados de un equipo con intensidad y pegada que cambió por completo su estilo de juego en el Carranza. 
 

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