El discurso de Javier Fernández: de las culpas para todos al "proyecto a largo plazo"
La Junta General de Accionista del Sporting de Gijón comenzaba con la intervención del presidente de la entidad, Javier Fernández, que un más, arrancó recordando la figura del fallecido Enrique Castro 'Quini', que continúa siendo una figura esencial en la historia de la entidad. Pero en la que también agradecía la presencia en los premios dedicados a la figura del otrora goleador rojiblanco de otras leyendas del club, como Luis Enrique o Abelardo.
"Han pasado ya casi 21 meses desde que se nos fue, pero su espíritu, sus valores y su sonrisa siguen acompañándonos en su memoria. Nunca olvidaré la ayuda de Luis Enrique en los primeros 'Premios Quini', alguien a quien la vida también le ha golpeado duramente hace poco. Tampoco dudo de Abelardo, mito del Sporting y del fútbol español. Ellos y sus valores han ayudado a dar grandeza al mito de Quini", comenzaba Javier Fernández.
Antes de adentrarse en el aspecto económico, el presidente rojiblanco dejaba claro que "en esta Junta, el detalle de las cuentas anuales se centrará básicamente en la situación del club en materia económica". Asimismo, destacó que, tal como ocurriera el pasado año, el club tiene un patrimonio neto positivo, que no oculta la mala situación deportiva que atraviesa la entidad.
"En la 2018/19, por primera vez, no había ni un euro de deuda antigua. Esta temporada en curso, estimamos unos ingresos similares y unos resultados positivos cercanos a los 915.000 euros antes de impuestos, lo que supone unos 646.000 euros de beneficio neto". Sin embargo, "el presupuesto de la pasada -el cuarto de la categoría- temporada no se corresponde con el resultado final -undécimo clasificado".
"Ya en la junta del año pasado, se comentaban los errores de planificación, con exceso de cedidos y falta de experiencia de los canteranos en aquellos momentos. Circunstancias obligadas por las posibilidades económicas de entonces, y sin duda, por la confianza en la pasada experiencia de los incorporados de alto nivel. Las expectativas generadas no se correspondieron con su rendimiento y la consecuencia es evidente: una mala clasificación sin paliativos".
Para revertir la situación deportiva, Javier Fernández aboga por "recurrir al talento de Mareo, recuperar el espíritu de pertenencia con aquellos exjugadores con cariño y experiencia futbolística en el vestuario, y con un entrenador de la casa, conocedor de la filosofía y que tras pasar con éxito por casi todas las categorías del club recibía el cargo del primer equipo. Creemos en un proyecto a largo plazo".
"Estamos muy preocupados por la irregularidad demostrada y por la pésima clasificación, y todos lo entendemos como responsabilidad compartida del Consejo, la Dirección Deportiva, el cuerpo técnico y los jugadores. Continuaremos esforzándonos, aumentando el nivel de exigencia y poniendo todos los medios que tenemos a nuestro alcance".
En este sentido, añadía: "Hagamos un trabajo de base, de fortalecer Mareo, creando nuevas instalaciones para atraer a mejores talentos, desarrollando proyectos de investigación para mejorar nuestros servicios médicos, mejorar nuestros campos, favorecer la comodidad de los jugadores, incrementar los servicios para los aficionados, aplicando el libro blanco que prometí y pronto será presentado; es un objetivo marcado a fuego desde nuestra entrada al club".