Tan solo los penaltis privaron al Sporting de ser cuartofinalista de la Copa

El Real Sporting de Gijón volvió a plantear un partido de tú a tú en Copa del Rey, esta vez en octavos de final frente al Cádiz CF. Un encuentro que los de David Gallego comenzaron dominando en su primera mitad, y del que solo les pudieron apear mediante la mala fortuna en la tanda de penaltis. Lo cierto es que el cuadro rojiblanco superó en todo momento a los amarillos. Sin embargo estos, cuyo planteamiento parecía renunciar en todo momento a buscar el triunfo, acabaron pasando de eliminatoria gracias a los penaltis y al escaso acierto del cuadro asturiano.

Y es que, en este sentido, el míster lo tiene claro: ante rivales teóricamente superiores, la mejor opción es no venirse abajo. Aunque un caso especial es este Cádiz. Y es que llegaba al partido herido debido a la destitución de Álvaro Cervera, con Sergio González como nuevo técnico y muchas dudas. Algo que el Sporting quiso explotar robándole el balón desde el arranque, sin achicarse. Ahí, Pedro Díaz asumió galones y bailó sobre el césped de El Molinón. Desde ofrecerse a los centrales hasta asomarse a la frontal para probar su espléndido disparo de media distancia, pasando por precisos cambios de orientación para girar al cuadro amarillo.

También estuvieron muy activos tanto Kravets como el Puma en esa banda izquierda. Ambos se asomaron al ataque, con el panameño muy participativo y pisando área, y el ucraniano apoyando las jugadas y, ademñas, inexpugnable a nivel defensivo.

El Cádiz jugó a sobrevivir a las ofensivas del Sporting

La primera ocasión clara del encuentro llegó con un remate que Nacho Méndez cabeceó fuera. Avisaba Pedro Díaz poco después con un disparo con la zurda desde la frontal que hizo emplearse a David Gil para evitar el gol. Incluso pudo pitar penalti el colegiado en una acción en la que cayó Nacho Méndez dentro del área del Cádiz. Por otra parte, el cuadro cadista también tuvo sus acercamientos en la primera mitad, aunque prácticamente sin peligro. Una primera parte que, desde luego, no pasará a la historia del fútbol.

Ya en la segunda parte el guion fue el mismo, aunque aún más plomizo. Y es que ninguno de los dos equipos logró asumir los riesgos necesarios para  tratar de llevarse la eliminatoria. Consciente de ello, en el minuto 73 David Gallego dio entrada a Víctor Campuzano en sustitución de Nacho Méndez. Un Campuzano que tuvo una ocasión clara en un gran contragolpe del Sporting, sobre el minuto 83. Su centro-chut lo sacó David Gil cuando Djuka ya estaba con la caña en el segundo palo. Acabaron los amarillos pidiendo la hora, dado el acoso rojiblanco en varios córners consecutivos y un disparo del montenegrino que atrapó David Gil.

Gallego se la jugó... y cayó en los penaltis

Con el subidón en el cuerpo llegó la prórroga, y David Gallego solo hizo un cambio. Entendió que lo que tenía en el banquillo, que en ataque era solamente Berto, no mejoraba lo que ya había sobre el césped. El Sporting lo siguió intentando con sendos disparos de Campuzano o Djuka, pero sin acierto. Llegaron los penaltis y Gallego decidió hacer un experimento: meter a Joel Jiménez, portero del filial, a que se jugase la tanda. Fran Villalba y Pedro Díaz fallaron sus lanzamientos, y la apuesta de Gallego no salió, pues el chaval no detuvo ningún lanzamiento. No era su responsabilidad, pero muy seguramente no fuera el momento. Gallego le puso la responsabilidad sobre los hombros y el chaval no acertó. Sea como fuere, el Sporting mostró una mejor imagen que el equipo que pasó de ronda y se marcha de la Copa del Rey con la cabeza alta.