Williams: "Dentro de lo malo de la lesión, ha sido lo mejor"
Iñaki Williams, delantero centro del Basconia, sufrió en el entrenamiento del lunes con su equipo una lesión que ha quedado en una rotura del menisco de su rodilla izquierda. Fue retirado por sus compañeros en volandas, y esta tarde ha sido sometido a una resonancia que ha calibrado un alcance más liviano de lo esperado.
"Todo queda en una rotura de menisco, dentro de lo malo, ha sido lo mejor. Pronto estaré haciendo lo que más me gusta, jugar a fútbol", ha escrito en su cuenta de twitter, aliviado porque se esperaba un peor diagnóstico. En unos dos meses y medio se vestirá de nuevo de corto.
El desgraciado lance tuvo lugar en la última jugada de la sesión matinal planificada en Lezama por Vicen Gómez. El ariete navarro se torció la articulación en un lance y el susto sobrevoló las instalaciones rojiblancas. El goleador fue trasladado con el bastón de varios de sus compañeros, dolorido y apoyando son delicadeza su pierna sobre el suelo.
Iñaki Williams se ha empeñado en pulverizar todos los registros de goles en la cantera de Lezama. El curso pasado anotó 36 goles. Potente y rapidísimo, el espigado ariete, ascendido al Basconia este curso del Juvenil de Honor, renovó el 25 de junio para las cuatro próximas temporadas, con una revisión de su contrato. Sus emolumentos eran modestos y su cláusula muy factible como para no abortar ya el riesgo de fuga. Varios clubs de empaque, algunos de Alemania e Inglaterra, estaban atentos a su evolución.
Williams (15-6-94), nacido en Bilbao, pero criado en el populoso barrio pamplonés de La Rotxapea, mide 1’86, superable por su todavía temprana edad, se formó en el CD Pamplona hasta que el curso pasado recalase en Lezama empujado por su fama de killer.
Varios de sus compañeros le han tuiteado por las redes sociales animándole en que pronto estaría de nuevo en la brecha. Entre ellos los gemelos Santamaría, Ander y Gorka, el portero Álex Remiro, concentrado con España Sub-19 en Alcudia, al que le llegó la noticia de este contratiempo, o Iker Revuelta. “No será nada, te prepararás en el gimnasio”, le alentaban. Al final, ha quedado reducido a lo menos posible.
