Guillermo retoma su ritmo de 'killer' en el filial

Guillermo Fernández, delantero del Bilbao Athletic, se ha ganado a pulso su oportunidad en el primer equipo rojiblanco. El joven bilbaíno, que apenas era un infantil cuando vivió su primera toma de contacto con los leones de la mano de Caparrós, dio un salto cualitivo el pasado curso, ratificado en el inicio del presente. Con el de la sentencia al Barakaldo, suma la friolera de siete goles en los ocho partidos que ha disputado con el filial.

Empezó fuerte el campeonato. Doblete en la primera jornada ante el Peña Sport en Lezama (3-2) y en la segunda ante el Laudio en Ellakuri (2-2). No pudo repetir hasta la visita del Real Madrid C al campo rojiblaco, cuando firmó de nuevo un par (2-2).
Alcanzada la docena, y dada la acumulación de bajas en el ataque del primer equipo, Valverde le reclutó bajo su disciplina. Tras ser convocado con los 'mayores', sin llegar a estrenarse como león, tuvo un regreso fugaz al filial. En la derrota por 0-2 a manos del Toledo, con el equipo de Ziganda en inferioridad numérica desde el minuto 37 por expulsión de Jon García, que había cometido penalti.
Txingurri enseguida le recuperó. De hecho, ante el Levante dejó a Aduriz, con molestias, y Toquero en el banquillo para popiciar su debut en el primer equipo desde el once inicial. Hizo un buen trabajo, que reforzó su confianza. Asi se ha podido comprobar el sábado en Lezama, donde formó de nuevo con el filial debido al parón liguero en Primera.
Guillermo, que disputó el partido completo, fue el autor del gol que que sentenció al Barakaldo. Los cachorros vencían desde el minuto 67 gracias al acierto de Guarrotxena, pero el conjunto gualdinegro apretó mucho al Bilbao Athletic en la recta final. De hecho, cuando más cerca parecía el empate, Barco amenazó en una contra. No acertó. Pero el balón siguió en las inmediaciones del área visitante, y el ariete, que en ese momento jugaba en banda derecha, fue hábil para robarle la cartera al defensa y letal en la definición del 2-0.