San Mamés: "¡Solo hay un Athletic, y es el de Bilbao!"
-
Simeone: "El 'Bilbao' hizo un final de primer tiempo impresionante"
-
Herrerín: "Si pensara que el año acaba para mí, me quedaba en casa"
-
Herrera lamenta las ocasiones que se fueron al limbo ante el Atlético
San Mamés encajó con orgullo la primera derrota del Athletic como local esta temporada. Con la cabeza bien alta, tras la dura batalla planteada para tratar de remontar una eliminatoria muy de cara para los colchoneros con el 1-0 del Calderón, la afición no paró de animar a los leones aún cuando el KO ya no tenía remedio. Y se lanzó con un grito de guerra especial: "¡Solo hay un Athletic, y es el de Bilbao!".
El Atlético se ha convertido en uno de los principales 'enemigos' del conjunto bilbaíno en los últimos años. La espinita de la final de Bucarest sigue clavada en el corazón rojiblanco. Y el carácter del peleón equipo de Simeone, a imagen y semejanza de su míster, no ayuda a mejorar la imagen que tiene para la afición del Athletic.
El potencial futbolístico de los madrileños es indiscutible. De ahí que unos 400 hinchas empezaran a animar al equipo de Valverde desde su concentración en el Hotel Meliá. Allí calentaron motores. Y ya en el verde, antes de que los equipos salieran incluso del túnel de vestuarios, el eco de la nueva Catedral amplificó los vítores.
Los seguidores bilbaínos entonaron todo el repertorio. Estallaron con el gol de Aduriz que equilibraba la eliminatoria. Sufrieron con la parada de Courtois dos minutos después. Y encajaron el mazazo del 1-1, primero, y del 1-2, después, con una entereza magistral. Su equipo lo había dado todo, y no dudaron en despedirle con aplausos.
En la recta final, con todo perdido, empezó a sonar con fuerza el comentado "¡Solo hay un Athletic, y es el de Bilbao!". Simeone, muy dado a estas cosas, se refirió a su rival como el 'Bilbao', recalcando bien el nombre, durante la comparecencia posterior. Reconoció que la actitud del público de San Mamés hacia su equipo es "envidiable", porque le anima aún ante el "resultado negativo".
El argentino hizo alusión, eso sí, a los "insultos" que le dedicó la grada. Que no olvida gestos como su pisotón a Guerrero en su etapa de futbolista. Pero, curiosamente, no oyó los del Calderón a Gurpegi y a los vascos: "Ah, no, no, no escuché". Una actitud que no favorece, precisamente, su relación con la hinchada del Athletic.