El señor de las reglas

Cada fin de semana son miles de partidos de fútbol los que se juegan en Bizkaia. Benjamines, alevines, juveniles, senior, fútbol 5, fútbol 7, fútbol 11. Son muchísimas las categorías y muchas las modalidades, pero todas ellas tienen un denominador común. Necesitan una persona que dirija el encuentro: el árbitro.

No creo que haya en todo el panorama futbolístico un personaje mas cuestionado. Siempre tienen la culpa de todo. Si la pelota no entra, la culpa es del árbitro. Si un defensa realiza un mal despeje, la culpa es del árbitro. Si nuestro portero no para un balón, la culpa también es del árbitro. Hasta si llueve y hace frío es probable que el arbitro tenga algo que ver en el tema. Es lo que hay. Siempre tiene que haber una cabeza de turco que permita descargar nuestras responsabilidades,  y quien mejor que la única persona en un partido que esta solo, el arbitro.   Hay que tener una afición al arbitraje increíble para ir todos las semanas por esos campos con el único animo de intentar hacerlo lo mejor posible, sabiendo que ninguno de los otros implicados, jugadores, entrenadores, publico,.. va a apoyarte cuando cometas el mínimo error. Es más, es probable que sin haber cometido ningún fallo haya también personas que se acuerden de familiares cercanos al colegiado.
Es triste, pero es lo que se ve todos los días en todos los campos. Es difícil, casi imposible, encontrar después de un partido a alguien que valore positivamente la actuación del árbitro. Si has perdido, es un inútil que no tiene ni idea y os ha perjudicado claramente. Si has ganado es probable que también tenga la culpa de algo.
  Pocos en el mundo del fútbol se dan cuenta de la dificultad que conlleva arbitrar. Es físicamente imposible estar en todas las ocasiones bien colocado y poder apreciar con total seguridad todas las jugadas. Es más, todos los domingos a la noche en los resúmenes de los partidos de primera división se repiten una y otra vez jugadas polémicas y los contertulios discuten sin ponerse de acuerdo si una falta era dentro o fuera del área. Ellos son incapaces de verlo con claridad después de quince repeticiones, pero esperan que el colegiado lo vea perfectamente a la primera, y sin equivocarse. Me parece increíble.  Creo que no hay nada más que decir. Todos los jugadores de fútbol deberíamos estar obligados a pitar de vez en cuando algún partido, para darnos cuenta de lo difícil que es. Seguro que después no nos parecería tan mala la actuación de los colegiados. Es labor de todos facilitar el trabajo de los colegiados, empezando por la actitud propia de cada uno de nosotros. Sin el señor de las reglas no hay partido, y si no hay partido no hay disfrute.
Por Eneko Suances, By Sport, organizador Liga Deia F-7
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