2-1, m. 85: Sancet
El atrevimiento premia a Garitano ante el Sevilla en San Mamés
“Hace un bello día para morir”, cuenta la historia que decían los indios Sioux antes de afrontar un combate en el que tenían pocas posibilidades de salir con vida. Así se veía que el Athletic Club defendiera su suerte y la de su entrenador, Gaizka Garitano, este sábado en San Mamés (con nuevo césped y viento sur) ante el hoy día todopoderoso Sevilla FC. No era el inquilino más adecuado, pero se le echaron dos "buebos" y un pelín de fortuna (buscada) para dar la voltereta a un partido que parecía sentenciado.
El técnico vizcaíno desde luego aceptó la apuesta con su cuello puesto en juego: metió fuertes y solicitados cambios en el once para por lo menos mirar de frente al peligro, lo que la afición le pedía: vamos a poner ilusión. También metió pronto dos relevos, y aunque otro errorcito le costó ponerse pronto por detrás el equipo, con hoy muy buenos cambios, pudo remontar hasta vencer por (2-1) con goles, golazos, de Iker Muniain y Oihan Sancet.
El Athletic solo ha ganado dos partidos de LaLiga en el nuevo San Mamés con el madrileño Del Cerro Grande como árbitro, tras haber disputado diez
Revolución, por fin, en el once de Garitano
Con una semana por medio no estaban claros los cambios respecto al equipo que perdió en Iruñea. Garitano es de piñón fijo pero, sorpresa, esta vez sí que dio rienda suelta al imaginario colectivo. Metió tres cambios de peso. Se la jugó. Sí, estaba cantado el retorno de Yuri, pero dejó en la banqueta al fiscalizado capitán, Iker Muniain (qué bien le vino), otorgando las bandas a Morcillo y Berenguer; eso aparte de darle el timón del equipo al joven Oier Zarraga. ¡Toma, chaval!
El partido empezó con un ritmo tremebundo con la pelota yendo de área a área sin descanso, en un cohete en el caso de Morci. Parecía un partido de la Premier, pero de los buenos, y en ese toma y daca por desgracia En-Nesyri marcaba en el 9' tras un mal intento de despeje de Dani García (y encima el balón le dio a Yeray en la mano antes de entrar). Una faena vistas las ganas vascas, pero es lo que tiene hacer fallitos en defensa ante equipos de nivel bueno de Champions.
El gol tuvo un efecto tremendo sobre la ya de por sí floja psique del Athletic
Los sevillistas se hicieron por completo con la pelota (61%), generando graves problemas -sobre todo por el costado de Ander Capa- sin que los bilbaínos encontrarán respuestas en ataque. Como mucho pudo tener impacto un posible agarrón en el área a Iñigo Martínez que ni Del Cerro ni Munuera, éste en el VAR, pitaron.
El buen inicio había durado apenas unos minutos, los que se tarda en elegir con el mando una serie nueva de Netflix. Porque de ahí en adelante no se hizo gran cosa, salvo un cabezazo de Rulo, con un centro del campo superado en número y calidad, lo que hizo que el meta rival, Bono, pareciese invisible en Bilbao. El choque se fue con esa mínima desventaja al descanso, pese a la mejoría avistada en los Leones.
El partido parecía pedir a Villalibre
No lo había hecho del todo mal el Athletic en la primera parte, pero en la segunda los sevillistas empezaron en modo vendaval: hicieron dos claras ocasiones de gol en apenas cinco minutos, entre ellas un balón que tuvo que sacar bajo palos un providencial Iñigo Martínez con Unai Simón ya batido. Esta vez Garitano sí que hizo los cambios rápido: enseguida entraron Unai López y Asier Villalibre al césped que hoy (renovado) estaba maravilloso por cierto.
Pese a esa baza y a que se esperaba que el Sevilla estuviera cansado al haber tenido partido europeo el miércoles, la verdad es que supo frenar muy bien el intento del Athletic de venirse arriba. En eso son maestros. Viste la inferioridad en el centro del campo, el siguiente movimiento táctico fue pasar a un 1-4-4-2 al meter en el choque a Iker Muniain (en su sitio natural) y a un Mikel Vesga que aportara músculo y tamaño.
Desde luego el equipo mejoró mucho de cara, pero al poder del Sevilla (que notaba ya los minutos en el 70') se unió esa amalgama de nervios y ansiedad que suelen hacer polvo a los equipos que están abajo en la tabla. Se llegaba a tope arriba pero luego se erraban pases que parecían sencillos.
Menos mal que en esas llegó el gol de Iker, un tanto de listo en un córner del ínclito Morcillo que peinaba Vesga. Gran remate del navarro en el segundo palo coronando unos buenos instantes vascos que le hicieron acreedor al empate. O a más, porque el fútbol puede ser maravilloso... Y llegaba el triunfo merced al gol del recién entrado Sancet -a centro de Williams- al segundo palo. Qué pena que no hubiera gente en San Mamés. Vaya día de alegría.
Se podrán sacar pegas pero hay que valorar la importancia de los tres puntos, remontada incluida, ante un equipazo como el que comanda Lopetegui. ¿Por cierto, le pasa algo con el Athletic y con Raúl García al de Asteasu?
La nueva bala puede estar en Pucela
Antes de que LaLiga vuelva a detenerse el Athletic jugará este próximo domingo, 8 de noviembre, en el José Zorrilla ante el Vallad. Un choque que arrancará a las 18.30 horas y que ojalá conduzca a un periodo mayor de paz que los vividos en los dos parones previos. Recuerden que los bilbaínos no volverían a jugar hasta el lunes 23, demasiados días por medio si no se está de buen rollo.
Garitano no eres el entrenador adecuado para el proyecto athletic, se te ven las costuras
Garitano apuesta de verdad por los jóvenes
Seguimos jugando muy poco, no se entrena el ataque, somos muy previsibles y hacemos transiciones muy lentas, para mí Dani García no jugaría ni en los amistosos