Gorka Arrinda aprieta con la servilleta que en realidad era un folio

Como bien dijo Alex Mumbrú la situación del Bilbao Basket no es que puede cambiar día a día sino hora a hora. Según ha sabido ElDesmarque el todavía máximo accionista, Gorka Arrinda, presiona a las cinco personas que él denomina “grupo de gestión alternativo” con un as en la manga. El folio que firmaron en su primera reunión, que nunca fue una servilleta.

El jarrillero lanzaba el martes un ordago al hacer público que ha "transferido la totalidad de las acciones al club cumpliendo el acuerdo que tenemos entre las partes". Dando a entender que él cumple lo escrito y que ahora debe ser el grupo de 'Los 5 amigos' quien cumpla lo suyo como presuntamente se recogía, entre otros pactos, en aquella hoja.
En ella se estipulaba la venta de parte de sus acciones ya fuera por la vía de la compra o si no al menos mitad dinero mitad empleo, que es la vía que permitiría que Arrinda y Jose Cobelo detentaran la parcela deportiva de la entidad de Miribilla.
Pasado el tiempo salta a la luz que la convivencia entre ambas partes se antoja imposible. Por tanto, Arrinda está molesto con el mensaje en la prensa de Iñaki Calvo de que "la pelota está en su tejado", y exige papel en mano que enseñen la patita y que le reembolsen el dinero de su paquete de acciones.
En otro orden de cosas desde el club se entiende que la marcha a Lituania de Antanas Kavalisuskas abre la puerta para que los jugadores empiecen a desfilar del Bilbao Arena, situación que les hace preguntarse a los aún rectores que ¿para qué sirve ya la huelga? Entienden que si la cosa está así ya que cojan y se marchen a sus casas.
El pivot ha señalado hoy que "todo sucedió muy rápido. Tuve otras ofertas (Italia y Turquía) pero Lietuvos Rytas era la mejor opción. No hablamos con la dirección de Bilbao Basket hasta que les dijimos que nos marchamos el martes por la noche. Había demasiada incertidumbre y una gran cantidad de dinero no remunerado, por lo que el contrato se ha terminado. Estaba escrito en mi contrato. Me voy primero, pero más pueden seguirme detrás", ha avanzado.
Arrinda y sus colaboradores ven injusto que se les acuse de connivencia con la plantilla como forma de presión a los aspirantes, empresas e instituciones públicas ya que incluso entienden que la plantilla, harta, estuvo cerca de no disputar el duelo ante el Real Madrid. Un partido que si un milagro no lo remedia puede ser el último de la historia del club vizcaíno.