Ración de palos para el Unicaja

Un repaso a la prensa malagueña de este jueves habla bien a las claras de que la derrota en Valencia de ayer no fue una derrota más del Unicaja. El desacierto, la falta de actitud en la segunda mitad y el morrocotudo repaso del equipo taronja hicieron daño a un equipo malagueño que depende de sí mismo para estar en cuartos de final de la Eurocup, pero que ya no puede ser primero. Los objetivos son variados: Directiva, entrenador, jugadores...

 
La Opinión de Málaga. "Plaza se pone en el disparadero". "Necesitábamos creer y el Unicaja eligió, en el peor escenario, en el momento menos indicado y ante el rival más propicio, borrarse de la pista, no comparecer en La Fuente de San Luis, agrietar su débil estructura, ampliar sus dudas y hacerle el pasillo de campeón del Grupo H, al Valencia Basket. Necesitábamos sentir que el Unicaja podía, que el Unicaja era capaz de luchar, igual a igual, con un rival de su pedigrí y de su caché. ¿Con medio millón de presupuesto más, quizá uno...? Pues puede que sí. Igual que el Unicaja dobla y hasta triplica a otros tantos con los que se ha medido y ha perdido. Y lo que nos encontramos fue a un Unicaja roto, sin alma, de brazos caídos, sin fe en sí mismo y sin ideas en el banquillo y en la dirección de partido. Me niego a entregar ya la cuchara y a tirar, otra vez más, la temporada. A mitad de enero. Pero mantengo esas dudas -amplificadas por el bochorno de anoche- sobre el Unicaja y sus limitaciones. Que le dan para ganar al Buducnost, al Cedevita y al Alba Berlín. Pero que se arruga, se achica, se ridiculiza hasta la más ínfima expresión ante un equipo de su nivel, como es este Valencia".
Málaga Hoy. "Humillación intolerable". "El Valencia está generando un trauma al Unicaja, que ayer fue humillado, en algún momento hasta sodomizado, en La Fonteta (86-62). El técnico, Joan Plaza, y sus jugadores, del 1 al 12 con la afortunada excepción de Alberto Díaz deshonraron la camiseta que portan en una actuación despreciable, para el museo de los horrores. Este equipo ha jugado 15 años seguidos la Euroliga. En este siglo es, números en la mano, el cuarto mejor equipo de España y uno de los 16 mejores del continente. Pero ha automatizado un sentimiento derrotista que Joan Plaza, en sus dos primeros años, negó para acabar siendo engullido por la deriva autodestructiva. No puede ser que el Valencia, rival de su liga, el mayor contendiente para regresar la próxima temporada a la máxima competición continental, se ría y juguetee con un Unicaja indolente y abandonado. Sumiso, incapaz, hay cientos de adjetivos negativos para definir la indignante actuación malagueña en La Fonteta. Allí donde un día cambió su historia ganando un quinto partido de cuartos de final de la ACB para, de una tacada, enhebrar Copa, ACB y Final Four. Allí mismo fue zarandeado por un Valencia que, hay que admitirlo, es el cuarto equipo de España hoy. Mientras el Unicaja se despeña y va bajando escalones, en otros lugares de España se trabaja más y mejor que en los despachos de Los Guindos y que en el parqué del Carpena. Hay que acostumbrarse a esta realidad, parece". 
Sur. "El peor Unicaja posible". "El Valencia desnudó anoche al Unicaja. Lo dejó literalmente con las vergüenzas al aire, pero es lo que hay. Este Unicaja es así, como lo vieron anoche en ese terrible partido que firmó en la Fuente de San Luis, donde perdió por 86-62. Fue el peor encuentro de la temporada, de momento, y escenificó la enorme diferencia respecto al Valencia, el gran rival a día de hoy en todas las parcelas. Es el conjunto de Pedro Martínez un equipo con todas las letras, mientras que el malagueño, a 26 de febrero, cuatro meses después del comienzo de la temporada, no se sabe a qué juega ni a qué jugará. Más allá de planteamientos tácticos y técnicos, lo peor del conjunto que dirige Joan Plaza fue la sensación de abatimiento, incapacidad, falta de actitud; pero, claro, cuando no hay ideas no hay nada que hacer. Esta penosa imagen de falta de lucha es sólo la constatación de que el Unicaja ha asumido su nueva realidad, que es lo más preocupante".