¡Qué equipo! (80-75)

Pocos equipos hay en Europa más corajudos cuando están al son de su afición. El Unicaja dio una lección a todo el continente para decir que siguen vivos y vencieron de forma corajuda a un Real Madrid (80-75) al que dejó en su menor anotación de la temporada. Los malagueños bailaron al son de la bendita locura de un McCallum que se echó el equipo a la espalda y vuelve a la senda de la victoria en competición continental.

Sorprendió Plaza dándole la iniciativa a Mo Soluade, que tuvo unos buenos minutos en Milán. El británico salió por delante en rotación a Salin y a Nedovic, que venía siendo titular en la mayoría de los partidos de Euroliga. Y no desentonó Soluade ante uno de los mejores equipos del continente, mostrando buenos minutos de movimientos sin balón y de defensa sobre Causeur.
El Real Madrid imprimió una fuerte defensa interior de inicio que el Unicaja no supo atacar. Tardaron más de tres minutos los malagueños en abrir el tarro de las esencias y de qué manera. Tres triples consecutivos y un tiro más pisando la línea propulsaron a los cajistas (11-3), que con el viento a favor y en el Carpena son capaces de hacer casi cualquier cosa. Laso tuvo que introducir a Doncic para intentar parar la sangría que estaba sufriendo su equipo y el esloveno encontró de primeras a Tavares.
Reaccionó el Madrid, al que no le faltan armas en ataque para contrarrestar cualquier defensa. Lo hizo desde el triple para cerrar la diferencia que habían alcanzado los de Plaza (16-13). Pero los ojos de los jugadores del Unicaja estaban inyectados en rabia, en concentración, en sólo una cosa: ganar. Y de entre todos ellos emergió uno que fue muy criticado el pasado miércoles, un McCallum que lo primero que hizo hoy fue fallar dos triples consecutivos.
Sin embargo, a pesar de los errores, se veía a otro McCallum con respecto al de Milán. Este sí se atrevía a hacer cosas y no le importaba el error. Se comió a Campazzo y a Doncic, al que frenó, y puso en pie a la hinchada malagueña con sus carreras. Suya fue la canasta que cerró el primer cuarto (20-15) y suya la que abrió el segundo periodo, en el que la excelencia defensiva llegó.
Y es que si a la calidad de los Nedovic, McCallum y compañía le añades una presión más por defender, el resultado es una orgía baloncestística de los que hacen afición. El Unicaja se entonó atrás y dejó al Real Madrid sin anotar durante los primeros cuatro minutos del periodo. No sólo eso, sino que atacó con inteligencia y amplió el parcial a un 12-0. Poco antes de la mitad del segundo cuarto el Unicaja doblaba a los blancos (30-15) en un espectáculo que los noveles aficionados que se hayan acercado al Martín Carpena no olvidarán.
Pero en el banquillo visitante se encontraba uno de los mejores gestores que ha tenido el club blanco, capaz de sobrellevar las críticas que ha tenido durante años para reinar en España. Laso puso a Taylor para defender a Nedovic y a Rudy, autor de la canasta final ante el Baskonia, para atacarlo. El Real Madrid llamó a la puerta del partido con un 0-8 que volvía a poner el choque en un aprieto (30-23).
Ahí podía haberse acabado la versión brava del Unicaja, el que mira de tú a tú a todos los equipos del continente. Volvió a atacar con inteligencia, encontrando los mismatch y recuperó la versión ofensiva de Shermadini. Ahí volvió a vibrar la grada, que a cada robo y defensa de los suyos le correspondía con una ovación, como la que se llevaron tras el contraataque de McCallum que cerró la primera mitad (38-27).
El Real Madrid tenía claro que tenía que meter más armas ofensivas si quería llevarse el partido, y no hay hombre que domine mejor eso contra el Unicaja que Carroll. El de Wyoming parece tener algo en contra de Málaga, siendo siempre el principal arma sobre el que se apoya el club blanco. Pero al contrario que en otras ocasiones, esta vez sí se pudo frenar al estadounidense.
El Unicaja cada vez sufría más para mantener la ventaja, algo lógico en una competición como la Euroliga en el que no puedes perdonar ni una sola posesión. Un tiempo muerto de televisión sirvió de punto y aparte en el partido. Del 48-39 al que se llegó a ese mini descanso se pasó al 48-48 en un parcial que parecía cambiar el sino del encuentro.
Sin embargo, al contrario que en otras ocasiones, el Unicaja no se atoró y meditó qué hacer en cada momento. Milosavljevic, desaparecido y muy errático en la primera mitad, anotó una canasta que permitió respirar al conjunto malagueño, que se envolvió en la locura de McCallum para volver a mandar en el marcador.
Con el partido cerrado, no hay otro tirador igual en el Unicaja que Waczynski. Qué muñeca del polaco, que es incluso capaz de anotar a tablero para cerrar el tercer cuarto (57-52). Dio una bocanada de aire el conjunto malagueño con esa canasta, a la que siguió otro lanzamiento exterior de Waczynski. Y, sin que nadie lo pensase, volvió a aparecer Milosalvjevic con dos triples consecutivos que pusieron en el disparadero de salida al Unicaja (66-57).
El Real Madrid, sin embargo, tenía un arma de doble filo. El conjunto malagueño se había cargado en menos de dos minutos con faltas personales, con Alberto Díaz y Soluade expulsados y en bonus. Tenía que andar con ojo el equipo de Plaza si no quería mandar a la línea en cada jugada al cuadro blanco.
Una acrobática canasta de McCallum puso la diferencia por encima de la decena (70-59) y un triple frontal de Nedovic parecía finiquitar el asunto a menos de tres minutos (78-64). Pero no te puedes fiar de un Madrid herido y que tiene en sus filas a tiradores de la talla de Carroll y Doncic. Lo intentó, pero un tiro libre final de Waczynski terminó por cerrar un partido con claro color verde.
Ficha técnica
80 Unicaja Baloncesto (20-18-19-23): Díaz (0), Soluade (3), Waczynski (15), Brooks (10), Shermadini (6) – quinteto inicial- McCallum (15), Milosavljevic (8), Nedovic (11), Augustine (8), Suárez (4).
75 Real Madrid (15-12-25-23): Campazzo (5), Causeur (3), Yusta (2), Thompkins (8), Tavares (6) – quinteto inicial- Fernández (10), Doncic (16), Maciulis (2), Reyes (7), Carroll (10), Taylor (6).
Árbitros: Lamonica (ITA), Latisevs (LAT), Shemmesh (ISR).
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 19 de la Euroliga disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 10.292 espectadores.